El primer partido de la era Quique Setién en el FC Barcelona trajo consigo algunos cambios notorios. Tanto con balón como sin él. El equipo azulgrana logró un 82% de posesión del esférico, cifra que no se veía desde 2011, y completó 1005 pases, algo que no sucedía desde 2012, cuando Tito Vilanova aún entrenaba al equipo.

Sin el esférico, los catalanes pusieron en práctica una presión alta que asfixió al Granada, que apenas pudo combinar en todo el encuentro. Además, se apreciaron otros matices como la figura del tercer hombre en defensa cuando el Barça tenía el balón. No era Sergio Busquets, sino Sergi Roberto quien se quedaba con la pareja de centrales.

Destacado

El planteamiento de Setién propició el lucimiento de algunos jugadores que hasta ahora no acababan de ofrecer su mejor versión. Jordi Alba es el mejor ejemplo, pero también es destacable el rendimiento que ofreció Ansu Fati. El joven delantero ganó la batalla a Carles Pérez y ocupó la plaza de Luis Suárez en el once.

Messi, Ansu Fati, Riqui Puig y Arturo Vidal celebran el gol contra el Granada EFE

Messi, Ansu Fati, Riqui Puig y Arturo Vidal celebran el gol contra el Granada EFE

Con Messi en la posición de falso nueve y Griezmann cayendo a la izquierda, pero no anclado, el futbolista hispano-bisauguineano se ubicó en el flanco derecho del ataque. Una posición prácticamente nueva para él, pues a lo largo de la temporada siempre se había ubicado en el extremo izquierdo.

Pese al cambio de banda, Ansu estuvo muy participativo a lo largo del encuentro. Abrió el campo y, debido la misión más defensiva de Sergi Roberto, todo el protagonismo en la derecha recaía en él. Fue el primero en poner en aprietos a Rui Silva con un disparo cruzado tras superar a Foulquier.

Carácter

Tuvo otra ocasión poco después. Tras una larga jugada por la banda izquierda, Jordi Alba le sirvió un balón en la frontal, pero su tiro salió por encima de la portería del Granada. Más allá de estos dos disparos, desequilibró constantemente por la derecha y provocó una falta peligrosa en la frontal. Esta vez, Messi no acertó.

Ansu Fati rematando a portería en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona

Ansu Fati rematando a portería en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona

Fati demostró, además, que va sobrado de carácter. Protestó de forma vehemente una falta que el colegiado indicó en su contra tras derribar a Foulquier en una acción de presión. Si bien hubo acciones en que pudo estar algo más acertado, le sobraron ganas y ambición cada vez que entró en contacto con el esférico.

Ansu Fati puede ser uno de los grandes beneficiados por la lesión de Luis Suárez. A la espera de que se pueda producir un fichaje para suplir al ariete uruguayo, el joven futbolista tendrá oportunidades para poder demostrar su valía. En sus manos tendrá aprovecharlas y acabar de consolidarse.