La etapa de Ernesto Valverde en el banquillo del Barça ya es historia. El pasado lunes a última hora, el club azulgrana decía adiós al que fue su entrenador durante las dos últimas temporadas con un escueto comunicado, y con una despedida que dejó mucho que desear.
El Txingurri pagó demasiado caro su pragmatismo y su fútbol para ganar. Así, aunque a nivel de resultados su paso por el conjunto culé no fue del todo malo (dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España), fue protagonista al provocar que el Barça cada vez se alejase más de su estilo, que tantas alegrías y títulos ha llevado a las vitrinas catalanas.
Ernesto Valverde en una imagen de archivo / EFE
Valverde tuvo a su disposición todas las herramientas para construir un Barça vistoso y a la vez campeón. La directiva culé procuró que el extremeño contase cada temporada con las piezas necesarias para llevar al equipo a la gloria.
Y es por eso que, a falta de cantera, Josep María Bartomeu tuvo que apostar por la cartera. En dos años y medio, el presidente del Barça invirtió hasta 758 millones de euros en 20 fichajes para asegurar la viabilidad del proyecto del Txingurri. Sin embargo, son pocos los que ofrecieron el rendimiento esperado y que acabaron amortizándose.
Grandes decepciones
La mayoría de fichajes en la era Valverde fueron grandes decepciones, y más teniendo en cuenta el alto precio que se pagó por muchos de ellos. El gran ejemplo es sin duda Philippe Coutinho. El brasileño sigue siendo el más caro de la historia del club, ya que los culés pagaron al Liverpool la brutal cantidad de 145 millones de euros por él.
Coutinho se lamenta tras una jugada fallida/ EFE
Sin embargo, el delantero nunca acabó de sentirse cómodo en el Camp Nou, donde dejó muestras de su calidad pero no fue regular. Además, incluso fue abucheado por los aficionados en algún encuentro. Por eso, en el Barça se apostó por cederlo al Bayern con una opción de compra no obligatoria de 120 millones de euros. Habrá que ver si los alemanes deciden finalmente apostar por él y si, en caso contrario, vuelve a Barcelona y consigue hacerse un hueco y convencer a Quique Setién.
Otras de las grandes desilusiones fue Malcom. Los culés robaron el fichaje a la Roma, y se lo llevaron al Camp Nou por 41 millones de euros. Llegaba como un extremo rápido y habilidoso, y con mucho futuro por delante. No obstante, solo una temporada después y sin conseguir ganarse el puesto, fue traspasado al Zenit de San Petersburgo. Como mínimo, Bartomeu pudo recuperar prácticamente la inversión, ya que los rusos pagaron 40 millones por él.
Malcom lamentando una ocasión con el Barça / EFE
En esta lista de desencantos se podría añadir también a Boateng y Murillo, que aunque llegaron como cedidos para la parte final de la temporada pasada, demostraron ser una apuesta sin sentido ya que no jugaron prácticamente ningún partido.
Sin oportunidades
Por otra parte, en estos dos años de Valverde en el banquillo del Camp Nou, la directiva también apostó por incorporaciones que no acabaron de convencer al técnico extremeño.
Es el caso, por ejemplo, de los dos canteranos Deulofeu y Cucurella, que fueron también repescados de Everton y Eibar, respectivamente, pero no llegaron a ganarse un puesto y poco después fueron traspasados de nuevo. Algo parecido a lo que le pasó a Marlon, por el que el Barça pagó cinco millones de euros al Fluminense Football Club, pero posteriormente acabó cedido al OGC Nice y vendido al Sassuolo por seis millones.
Hay que hablar también del colombiano Yerry Mina, con el que como mínimo el Barça hizo un gran negocio. Lo fichó procedente del Palmeiras por 11,80 millones de euros y, tras una sufrir una revalorización increíble por su buen mundial, fue vendido al Everton por 30,25 millones de euros.
El último en añadirse a este registro es Todibo, que demostró grandes cualidades pero al final el club decidió cederlo al Schalke con una opción de compra.
Mucho por demostrar
En cuanto a las incorporaciones de la época Valverde, hay que hablar también de futbolistas que siguen en el Barça pero que todavía no han acabado de despuntar. Es el caso de los jugadores que llegaron en el último mercado de verano, Neto y Junior Firpo, que están todavía adaptándose al equipo y es una incógnita el rendimiento futuro que acabar dando.
Neto Murara durante el partido del Barça contra el Espanyol / FC Barcelona
No obstante, en esta lista también aparecen futbolistas que llevan ya varias temporadas en el club, y todavía no han conseguido convertirse en piezas clave del equipo, como son Arthur, Arturo Vidal, Dembelé y Semedo.
El brasileño tiene las características necesarias para ser importante en el conjunto azulgrana. Su control de balón y su pausa se notan cuando está en el terreno de juego. No obstante, sus problemas extradeportivos y las extrañas molestias en el pubis que le persiguen le han hecho desaparecer este curso.
Arthur Melo y Arturo Vidal en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona
Un caso parecido al de Dembelé, por el que el Barça llegó a pagar 125 millones al Borussia de Dortmund, y que está siendo una decepción tras otra, en parte por sus constantes problemas físicos. Su vuelta está prevista en febrero, y a partir de entonces tendrá su última oportunidad de triunfar en el Camp Nou.
Dembelé se tira al césped tras lesionarse/ EFE
El caso de Arturo Vidal y Semedo son mucho más complejos. El chileno está siendo importante en la plantilla, y su carácter le hacen un jugador único dentro del equipo. Sin embargo, no está comodo con su situación y con salir del banquillo, por lo que podría dejar el Barça en los próximos meses. El portugués, por su parte, se está viendo superado por Sergi Roberto en el lateral derecho y aunque tiene buenas condiciones, la precipitación y la irregularidad le pueden en muchos momentos.
Los fichajes ilusionantes
Finalmente, y aunque no son mayoría, Bartomeu sí consiguió traerle a Valverde jugadores que han conseguido desatarse y ser importantes en el equipo. El caso más evidente es el de Frenkie de Jong, por el que el Barça pagó toda una fortuna al Ajax de Ámsterdam para ficharle (75 millones de euros). Aunque aún es pronto debido a su corta edad, el holandés se adaptó muy rápido al equipo y ya es pieza esencial en el centro del campo, al lado de Busquets. Está llamado a liderar al conjunto culé en el futuro.
Pero una de las más gratas sorpresas, sin duda, ha sido Clement Lenglet. Con solo 24 años, se ha desatado como un central de élite en toda Europa y es ya un fijo en el centro de la zona defensiva. También asombró el rendimiento que tuvo Paulinho, que resultó ser todo un beneficio tanto deportivamente como economicamente para el Barcelona. Jugó un total de 49 partidos con el Barça en los que anotó nueve goles y dio tres asistencias de gol. Se ganó el corazón del Camp Nou y dejó en las arcas del conjunto azulgrana 42 millones de euros, tras marcharse a tierras asiáticas.
Imagen de archivo de Griezmann y Lenglet celebrando un gol con la selección francesa
Para acabar, uno de los jugadores que todavía tienen mucho que demostrar, pero poco a poco está ganándose el respeto y la admiración de todos los culés: Antoine Griezmann. El francés tuvo más problemas de los esperados para adaptarse al juego azulgrana, pero una vez descifrado, está rindiendo a gran nivel. Cada vez se compenetra mejor con Leo Messi, y se está convirtiendo en especialista en abrir la lata. Eso sí, todavía es pronto para saber si El Principito conseguirá amortizar los 120 millones que se pagaron por él.
Por tanto, Valverde cierra su etapa en el Barça con 20 fichajes, muchos millones y pocas alegrías, para la inversión que hizo Josep María Bartomeu para conseguir que su proyecto funcionase. Por dinero seguro que no fue.