A Quique Setién le ha caído a sus 61 años el regalo de dirigir al mejor jugador de la historia del fútbol, Leo Messi. Siempre que se ha referido al argentino le ha mostrado mucho respeto e incluso idolatría. En la rueda de prensa de su presentación, quiso dejar claro que cada uno estará en su posición: entrenador y jugador.
El cántabro es consciente que sus éxitos y los del equipo pasan en gran parte por la adaptación y el nivel de forma que muestre el argentino en sus esquemas. Poco a poco se lo tiene que ir ganando, cosa que ya hemos empezado a ver con algunas imágenes de los entrenamientos hasta la fecha.
Setién y Messi en una imagen de archivo / EFE
Ganarse la confianza de Messi no es nada fácil. A Luis Enrique le costó horrores mientras que la mano izquierda de Ernesto Valverde le ayudó con las vacas sagradas. Con lecciones de fútbol, buen humor y confianza lo puede hacer. Este domingo tiene números de volver al pasado jugando de falso nueve, como hizo con Pep Guardiola.
Setién tiene que evitar de todas todas que el de Rosario le ponga la cruz. Ya se sabe que cuando hay alguien que no es del gusto del argentino, lo tiene verdaderamente difícil. Sin ir más lejos, a Griezmann le costó entrar en el equipo y la desconfianza con el Txingurri también jugó un papel crucial en su despido.
El capitán del Barça se lleva muy bien con los caracteres con personalidad como Gerard Piqué, Luis Suárez o Neymar Junior. Sabe con quien se debe rodear para que el equipo y él mismo puedan rendir lo mejor posible. De momento, el uruguayo no estará.
Rodearlo bien
El plan de cualquier entrenador culé es generar un buen clima para Messi y Quique Setién no hará la excepción. Se espera que este domingo lo acompañen en ataque Antoine Griezmann y Ansu Fati, una de las apuestas del argentino para revolucionar los partidos.
Messi y la plantilla escuchando a Setién / FC Barcelona
Por si fuera poco, el Barça ya trabaja en el fichaje de Lautaro Martínez, del Inter de Milán, compañero de selección del 10 y con quien guarda muy buena relación. Se espera que hagan un buen tándem en el futuro y poco a poco vaya sentando a Luis Suárez en el banquillo.
Primera cumbre
Una de las primeras cosas que hizo Setién al llegar a Barcelona fue hablar con los pesos pesados del vestuario y tener una pequeña reunión con el capitán, Leo Messi. Juntos evaluaron la situación del equipo y las perspectivas de la segunda parte de la competición.
El delantero se mostró abierto a los cambios y muy receptivo a los matices del cántabro. El equipo será más pelotero y él saldrá ganando si todo va como tiene que ir. Contra el Granada se verá de qué manera le generará el ecosistema ideal para que brille.