Quique Setién llegó al Barça con la ilusión de un niño. Visiblemente emocionado en su presentación, explicó que para él es un "sueño" entrenar al conjunto azulgrana. Sin embargo, rápidamente se dejó de galanterías para sacar su verdadero carácter: el de un hombre apasionado por el buen fútbol y el trabajo.
No prometió muchos títulos, pero sí que se jugaría bien. Y quizá, en tiempos donde el Barça es cada vez menos reconocible, es lo que más necesita el equipo. Para ello, es necesario "mucho trabajo". De momento, todo lo que aseguró lo está cumpliendo. Ha revolucionado por completo el calendario de entrenamientos de los jugadores, y ya espera con ansias su estreno el domingo ante el Granada para demostrar los cambios en el conjunto culé.
Sin duda, el cambiar la dinámica no será cosa de unos días. Se necesitará trabajo constante y sacrificio. Por suerte, Setién no llegó al Camp Nou solo. Se trajo con él a tres hombres de su confianza, con los que intentará exprimir al máximo al Barça para sacarles un rendimiento excelente. Ellos son su segundo entrenador Eder Sarabia; el preparador físico Fran Soto, y el entrenador de porteros Jon Pascua.
Setién, junto a su cuerpo técnico | EFE
Sarabia, su mano derecha
Eder Sarabia lleva prácticamente toda la vida al lado de Quique Setién. Con 38 años, hace ya más de 30 que se conocen. Fue gracias a su padre, el mítico exdelantero del Athletic Manu Sarabia, que compartía vestuario en el Logroñés con el nuevo técnico culé. De hecho, su padre fue el primero en felicitarle tras su llegada al Camp Nou y afirmó, en una entrevista al diario Deia, que "está dispuesto a dejarse el alma como siempre ha hecho allí donde ha estado y demostrar su capacidad y su valía". "Está cumpliendo parte de un sueño por el que ha luchado durante muchos años", subrayó Manu Sarabia.
Eder empezó su carrera como futbolista, pero tuvo que retirarse muy pronto, a los 24 años, por las lesiones. Entonces, se metió a entrenador. Empezó en Euskadi, también trabajó en el Villarreal, e incluso en una academia del Real Madrid en la República Dominicana; hasta que le llegó su gran oportunidad. Setién le contactó en 2015 para acompañarle en su aventura en Las Palmas, y desde entonces no han vuelto a separarse.
Sarabia, junto a Quique Setién en el Betis | EFE
A diferencia del cántabro, mucho más analista y calmado tanto en los partidos como los entrenamientos; Eder Sarabia lo vive todo mucho más. Sufre y disfruta con intensidad cada encuentro, e incluso ha sido expulsado en más de una ocasión por protestas a los colegiados. Además, tiene un papel complementario y fundamental en los entrenamientos: mientras Setién da directrices general y observa de segundo plano, es Eder el que reparte instrucciones concretas en cada ejercicio.
Emocionado tras su llegada al Barça, tal y como él mismo afirmó en sus redes sociales: “Se siguen cumpliendo los sueños, visca el Barça”; es también un gran aficionado al ciclismo. Un segundo entrenador que entiende el fútbol con la misma visión ofensiva y de toque que Setién, pero con un carácter totalmente distinto, con una intensidad que no dudará en sacar en momentos que los jugadores necesiten un empujón.
Fran Soto, preparador físico de confianza
Fran Soto es el que lleva más años al lado de Setién, ya que llevan juntos desde el 2009, cuando sus destinos se unieron en el Lugo, club con el que subieron a Segunda A. Posteriormente, Soto siguó al cántabro tanto en su etapa en Las Palmas como en el Betis.
Fran Soto conversa con Quique Setién | EFE
Preparador físico de confianza, se encarga también de dar charlas motivacionales y es inspirador de actividades lúdicas para hacer grupo. Coruñés de 45 años, no tuvo una carrera especialmente destacada como futbolista, por lo que decidió pasar a ser entrenador. En este sentido, posee el título de entrenador nacional y fue técnico en Regional Preferente.
Jon Pascua, un auténtico trotamundos
Por último, Jon Pascua, nuevo entrenador de porteros culé, es el último de los tres en incorporarse al grupo de Setién. Lo hizo en 2017, en el Betis. Empezó su carrera como preparador de guardametas en su pueblo natal, Bermeo, antes de pasar al fútbol base del Athletic. También trabajó en el Badajoz y protagonizó diferentes experiencias aventureras en Sudáfrica con el Mamelodi Sundows (donde trabajó con Antonio López y Johan Neeskens) y en la selección de Filipinas.
Jon Pascua, en un entrenamiento con el Betis | EFE
Hasta que, en 2017, le llegó una llamada que le cambió la vida. "El 1 de julio de 2017 recibí de la llamada de Quique Setién y Eder Sarabia para formar parte de su cuerpo técnico como entrenador de porteros del Real Betis. El fútbol, después de 16 años dedicados al entrenamiento del portero, hizo realidad mi sueño y la famosa frase de “El destino siempre te encontrará. Todo tiene su momento y cada sueño su tiempo". Un sueño que coge ahora una nueva dimensión con los cuatro compartiendo el banquillo del Camp Nou, y entrenando al mejor equipo del planeta.