Ernesto Valverde tiene las horas contadas al frente del Barça. La derrota contra el Atlético de Madrid en la Supercopa de España ha precipitado los acontecimientos y todo apunta que será destituido en breves. Como máximo, podría aguantar hasta final de curso, pero se antoja muy complicado con el nivel de tensión que se ha generado este fin de semana. En las quinielas se barajan nombres como el de Mauricio Pochettino, Gabi Milito y Quique Setién entre los favoritos, teniendo en cuenta que Xavi Hernández tiene una oferta en firme para coger las riendas del club cuando se sienta preparado.
La verdad es que hay gran división en la entidad sobre el posible relevo del entrenador, tanto en la directiva como en el vestuario. El Txingurri tenía el apoyo total de los pesos pesados del vestuario, pero esto ha dejado de ser así, especialmente el de Leo Messi, capitán y líder del equipo.
Los gestos del capitán
Messi se negó a pronunciarse diractamente a favor del técnico el pasado jueves, tras caer eliminados de la Supercopa a manos del Atlético. Salió en zona mixta y al ser preguntado comentó que “hay que mejorar, más allá de que no estamos haciendo buenos partidos, intentaremos recuperar el nivel de juego”, evitando pronunciar el nombre del entrenador. Cuando le volvieron a preguntar sobre Valverde, aseguró, tajante, que "ya he contestado a esa pregunta". "Debemos estar todos unidos", fue lo más cercano que dijo al Txingurri.
Messi, Piqué y Luis Suárez, contemplados por Valverde en un entrenamiento / EFE
En cambio, sí que lo hizo Luis Suárez, que defendió a Valverde sin tapujos. Concretamente comentó que “me gustaría verle como entrenador la temporada que viene. No es una situación nuestra, es una situación del club, pero el entrenador no tiene ninguna culpa. Son errores nuestros”.
En ese momento tan delicado para el entrenador, se esperaba un detalle más atrevido del capitán más allá de hacer un llamamiento a la unidad. No es la primera vez en la temporada que se ve algún gesto de Messi que hace dudar de su confianza respecto al Txingurri. Un discurso muy distinto al que utilizó al final del curso pasado.
Cambio de opinión
Después de la debacle de Anfield, el capitán comentó en rueda de prensa que confiaba en Valverde: “No vi mucho en los medios, pero sí que me dijeron algo de las críticas al míster. Sinceramente, creo que el míster hizo un trabajo impresionante en todo este tiempo. En la eliminación con el Liverpool no tuvo culpa prácticamente de nada”.
Messi y Ernesto Valverde durante un entrenamiento del Barça / EFE
También apuntó su voluntad expresa: “Me gustaría que se quedara. Te puede gustar cómo jugamos o no, pero el año pasado hicimos el doblete y quedó manchado por la eliminación de Champions. Este año podemos hacer otro doblete, con otra mancha, pero una mancha mucho más grande”. Este curso todo ha cambiado.
Contra el Slavia de Praga (1-2) en Champions League, el pasado 23 de octubre, las cámaras de televisión captaron un gesto del argentino a Valverde. Cuando más atacaban los checos, Messi esperaba una reacción por parte del cuerpo técnico. Miró al banquillo desafiantemente esperando a un revulsivo, concretamente Ansu Fati pero este no entraba.
El capitán echa en falta más presencia y atrevimiento con los jóvenes de la cantera, especialmente la perla del juvenil. Ve como el equipo se va atascando y no se hace nada para solucionar los problemas. Algo que puede cambiar en las próximas horas con la destitución del entrenador. Además, nunca le ha dado ni un solo voto en sus votaciones al mejor entrenador del año para el Balón de Oro o el The Best.