El Barça vuelve a apostar por el fútbol de toque. La noche del lunes, el club azulgrana anunció que Ernesto Valverde dejaba de ser entrenador del conjunto culé. Su pragmatismo, las carencias a nivel de juego del equipo y las duras derrotas en Roma, Anfield y la más reciente, en la Supercopa de España, acabaron con la paciencia de la directiva.
Así, el Txuriurdin puso final a su etapa en el Camp Nou, donde en dos temporadas y media, consiguió levantar dos ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Los pesos pesados del equipo se mostraron cómodos con un entrenador experto en gestionar vestuarios, pero incapaz de sacar carácter en momentos críticos, y de exigir más a las estrellas.
Ernesto Valverde en un partido del Barça / EFE
Además, en estas temporadas con Valverde a la cabeza son pocos los partidos donde el Barça ha conseguido hacer disfrutar a la hinchada culé y ha mostrado un nivel de juego excelente. Y en Barcelona, a veces cobra mucha más importancia el cómo se ha conseguido la victoria que el triunfo en sí.
Quique Setién, a recuperar el estilo
En este sentido, el Barça ha decidido apostar para sustituir a Ernesto Valverde por un entrenador con unos ideales totalmente distintos al extremeño: Quique Setién. El cántabro no se ha caracterizado por grandes éxitos durante su carrera profesional, sino por haber aplicado a equipos supuestamente inferiores un fútbol espectacular basado en el toque y la posesión de balón.
Setién es un gran admirador de la figura de Johan Cruyff, como ha defendido en diferentes entrevistas. “He copiado muchas cosas del Barça”, señaló, recordando que “es cierto que un día le dije a Johan Cruyff que hubiera dado el meñique por jugar en su equipo”. Y asegurando que “todo lo que soy como entrenador se lo debo a lo mucho que corrí detrás del balón cuando jugaba contra el Barça”.
Quite Setién durante su etapa en el Real Betis/ Cadena Ser
Sin duda, en tiempos donde el Barça cada vez es menos reconocible; el ex del Betis es la opción perfecta para recuperar el estilo de juego basado en la posesión de balón y el constante movimiento que siempre ha caracterizado al conjunto culé. Además, los aficionados del Camp Nou ya pudieron conocer de primera mano los resultados de su enorme trabajo.
El día que pasó por encima de Valverde
El último encuentro que el Barça perdió en el Camp Nou fue el 11 de noviembre de 2018. Precisamente, el equipo que realizó tal gesta fue un Betis con Quique Setién en el banquillo, que demostró a los aficionados que se reunieron en el estadio azulgrana los puntos clave de su trabajo.
Los béticos practicaron un fútbol muy ofensivo, y se llevaron el encuentro por 3-4 con goles de Joaquín, Firpo, Lo Celso y Canales. Sin duda, se trató de una de las grandes exhibiciones de Setién como entrenador. Los andaluces superaron al Barça no solo en el marcador, sino también en el juego. Con una presión muy adelantada y recuperaciones de balón continuas, no permitieron que los culés estuviesen cómodos en ningún momento.
Y en ataque, demostraron que el balón no les quemaba y consiguieron igualar a los azulgranas en la posesión y en el número de pases totales. La victoria del Betis pudo ser mucho más abultada si no hubiese sido por Messi, que maquilló el resultado con dos goles. Quique Setién llevó al Betis a protagonizar un fútbol soberbio ante un Barça líder y en el Camp Nou. Sin duda, uno de los argumentos más poderosos y que deben servir a la afición para recuperar la ilusión en su equipo.