Este jueves vimos el mejor partido de la temporada del Barça. Las semifinales de la Supercopa de España sirvieron para volver a demostrar que este equipo es capaz de lo mejor y de lo peor. Durante 80 minutos fueron superiores al Atlético de Madrid (2-3), pero se dejaron remontar en el tramo final.
El crédito de Valverde se está terminando y como avanzó RAC1 después del partido, la entidad está valorando seriamente relevar al entrenador para cambiar el rumbo del equipo. Si todo continúa como hasta ahora, parece que volverán a suceder las debacles de Roma y Liverpool en Champions League.
Ernesto Valverde en un entrenamiento del Barça / EFE
Josep Maria Bartomeu y el núcleo de la junta directiva están convencidos que no sería una buena decisión prescindir del entrenador a estas alturas. Estamos a mediados de la temporada, con una plantilla hecha a su medida y con la Liga y Europa en juego.
La opinión del vestuario
Muchos se preguntan qué opinión tiene el vestuario sobre la continuidad del entrenador. Hay diferentes voces, aunque las vacas sagradas no son partidarias de cambios drásticos. Tras la derrota contra los colchoneros, Messi habló ante los medios y comentó que “hay que mejorar, más allá de que no estamos haciendo buenos partidos, intentaremos recuperar el nivel de juego”. No quiso entrar en el debate sobre el Txingurri.
Sí que lo hizo, Luis Suárez, que lo defendió a capa y espada con un “me gustaría verle como entrenador la temporada que viene. No es una situación nuestra, es una situación del club, pero el entrenador no tiene ninguna culpa. Son errores nuestros”. El uruguayo lo tiene claro.
De momento, solamente hemos escuchado la opinión de dos de los pesos pesados del vestuario. El sentir general del vestuario barcelonista es que el extremeño continúe al cargo del equipo al menos hasta el verano. No ven, por ahora, que un cambio de entrenador sea la solución a los problemas.
Messi, Piqué y Luis Suárez, contemplados por Valverde en un entrenamiento / EFE
Los jugadores importantes se sienten cómodos con Valverde. Es un míster con mano izquierda y de fácil trato. Eso provoca que los pesos pesados sigan siendo los dueños totales del vestuario, pero hay algunos que ya empiezan a preguntarse si es la mejor opción de futuro.
Como pasa con la directiva y los aficionados, el vestuario también está perdiendo la confianza en el entrenador. Ven como los errores del pasado se vuelven a producir y no se encuentran soluciones. De momento, son primeros en Liga y clasificados en Champions League y no desean que se precipiten al tomar una decisión.