Tangana a la media parte del Barça-Atlético de Madrid de la Supercopa de España que se disputa en Arabia Saudí. Fue un episodio estúpido e innecesario, pero evidenció que incluso en un partido así los ánimos están calientes y el nivel de competitividad intacto.
El protagonista fue el joven jugador del Atlético de Madrid pagado este verano a precio de oro, Joao Felix. El delantero portugués se las tuvo con Jordi Alba justo antes de que terminase la primera parte. Cruzaron unas palabras y Alba le tocó la cara con el dedo. Acto seguido, Joao se encendió contra el lateral catalán, que se alejó ignorando al joven.
Sin embargo, poco después fue Messi el que se acercó a Joao Félix aparentemente a calmar los ánimos. Messi tiró de veteranía, pero el niño se puso gallito también con Leo, que se quedó estupefacto viendo como alguien tan joven le perdía el respeto de esa manera.
Si bien Messi amagó con engancharse, pero se alejó en seguida viendo que no tenía sentido, el que no pudo morderse la lengua fue su mejor amigo y, en ocasiones como esta, guardaespaldas: Luis Suárez.
Al delantero uruguayo le dio igual que se tratase de un niño y se le echó encima pegándole voces e intimidándolo. A Luis le molestó mucho ver como un chaval que todavía no ha demostrado nada hablaba de forma tan despectiva al propio Messi. Y se calentó mucho. Hasta el punto de que tuvo que intervenir otro veterano como es Savic, e intercambió varios empujones con Suárez. Ambos fueron amonestados con tarjeta amarilla.