El Barça dijo adiós a una de las décadas más exitosas de la historia del club. El conjunto azulgrana, en los últimos diez años, fue capaz de levantar dos Champions League, dos Mundial de Clubes, cinco Copas del Rey y hasta cinco Ligas. Un Barça por donde pasaron Pep Guardiola, Tito Vilanova, Tata Martino, Luis Enrique y ahora Ernesto Valverde, pero que ha tenido siempre el mismo líder: Leo Messi.
El argentino ya no es el mismo jugador del 2010. Ahora es un futbolista mucho más maduro, que lleva con orgullo el brazalete de capitán durante todos los encuentros y que se preocupa de que todos los estamentos del club culé funcionen. Además, en el terreno de juego, se ha convertido en un jugador total. Hace jugar a sus compañeros, asiste, controla el tempo del partido. Pero hay algo que sí sigue igual: no para de meter goles.
Messi tardó hasta nueve partidos en estrenarse con la elástica azulgrana. Y antes del 2010, solo había conseguido meter dos hat-tricks. Desde entonces, ha sumado ya 45 balones más a su estantería. Porque el 10 culé puede no estar fino, y tener encuentros muy por debajo de su nivel, pero siempre acaba viendo puerta. Y eso solo lo hacen los más grandes.
Otro dato que lo convierte en inhumano
Hay situaciones donde el gusto personal puede definir el favoritismo. Pero hay una cosa que es totalmente inequívoca y subjetiva: los datos. Y Leo Messi ha sido protagonista de unos números en la última década que lo convierten en el futbolista más dominante de los últimos diez años (y posiblemente de la historia).
Porque ya dicen que lo más importante no es llegar a la cima, sino mantenerse. Y uno de los grandes argumentos del rosarino para ser considerado el más grande de todos los tiempos es que nunca ha sacado de encima el pie del acelerador. Durante su etapa en el Barça, ha sido el mejor siempre. Poco le importaba que fuese un partido de Liga, Copa o Champions. Poco le importaba el rival o el estadio. Messi ha sido capaz de rendir de forma constante.
Un hecho reforzado con un dato que lo convierte todavía en más inhumano: el crack argentino ha sido capaz de promediar un gol por partido durante los últimos diez años con la camiseta del Barcelona. Desde el 1 de enero del 2010 ha jugado 521 partidos con la camiseta blaugrana en los que ha marcado 522 goles. Brutal.
Pero no solo eso, sinó que el astro de Rosario también es el futbolista que más asistencias ha dado en la última década: 205 en 521 partidos. Lo que implica que ha participado en 727 tantos en 521 encuentros, durante diez años seguidos. Incomparable.
El Espanyol en su punto de mira
Con la nueva década, llegan también los nuevos objetivos. Y es que Leo tiene en el punto de mira diferentes hitos para superar en 2020, y que le acercarían todavía más a ser considerado, sin ningún tipo de dudas, el más grande de la historia.
De momento, Messi acabó sus vacaciones navideñas y volvió a los entrenamientos de cara a prepararse para la que puede ser su primera víctima del año: el Espanyol. El conjunto azulgrana se enfrentará a los periquitos el próximo sábado día 4, en Cornellá-El Prat. Un rival que ya viene avisado por la temporada pasada, donde el 10 ya vio puerta hasta en dos ocasiones de falta directa.
Leo Messi celebrando un gol contra el RCD Espanyol / EFE
Así, los blanquiazules intentarán parar a un Messi que lleva más de una década demostradon que es imparable. Al Espanyol solo le quedará rezar para que Leo no tenga un buen día. Y ni que así sea, te acaba clavando dos goles igual. Cosas de ser el más grande.