Un Barça-Real Madrid siempre es un duelo de figuras y de comparaciones. El clásico de este miércoles dejó grandes dudas y algunas conclusiones que se tienen que tener en cuenta en un futuro. Los visitantes fueron superiores a los culés, sobre todo en acciones y en desgaste en el centro del campo.
Otra de las facetas que siempre se comparan son las delanteras. Sin Cristiano Ronaldo, Leo Messi parecía no tener rival, pero esto ha cambiado. Desde el curso pasado, Karim Benzema ha cogido las riendas del equipo y es la auténtica figura blanca. Suma 12 goles, empatado con el argentino.
Ahora mismo, hay pocos nueves puros a nivel mundial que le puedan hacer sombra. Quizás Robert Lewandowski, del Bayern de Múnich, es quien mejor le aguanta el pulso, siendo el máximo goleador de la Bundesliga y habiendo firmado 30 goles en 23 partidos oficiales, una auténtica locura.
Otra exhibición de Karim
El delantero del Real Madrid es puro espectáculo. Contra el Barça lo volvió a demostrar: regateó, combinó al primer toque y se movió inteligentemente en busca de espacios. Benzema es muy completo, útil y decisivo tanto dentro como fuera del área. Ahora mismo no hay color entre él y Luis Suárez.
Leo Messi y Karim Benzema en una acción del clásico / EFE
El nueve del Barça tiene gol, es decisivo en los últimos metros, pero sufre cuando está lejos del área. En el clásico se volvió a ver. Apenas participó y no inquietó a la defensa blanca. Las jugadas las conducía el centro del campo y Leo Messi mientras el charrúa y Antoine Griezmann apenas podían combinar.
Tienen 32 años pero son perfiles muy diferentes. Luis Suárez es sinónimo de gol mientras que Benzema es algo más. Tiene la portería entre ceja y ceja pero, además, hace jugar a sus compañeros. Sin Cristiano Ronaldo se siente más cómodo sobre el verde y asume todas las responsabilidades.
Desesperación
En los últimos minutos del partido, el 9 desesperó al Camp Nou. Leo Messi conducía una de las últimas jugadas y decidía hacer una pared con su buen amigo. El charrúa, en vez de devolverle al espacio, probaba el recorte y perdía la posesión que servía al Real Madrid salir a la contra.
Luis Suárez luchando un balón con Dani Carvajal / EFE
Si observamos las estadísticas, según SofaScore, el partido de Benzema estuvo un peldaño por encima que el del uruguayo. Intervino 54 veces, con un acierto de pase del 88,6% -muy alto al ser delantero- y solamente 10 balones perdidos en los 90 minutos. El uruguayo tocó 45 balones con un 70% de acierto y cinco balones perdidos más.
Con estos datos -y las sensaciones- evidencian que el Barça tiene un problema en la delantera. Poco a poco se tiene que ir relevando la figura del nueve y ya se está trabajando en ello. Quien tiene más números de llegar es Lautaro Martínez, del gusto de Messi y de la secretaría técnica que dejaría a Suárez casi sentenciado.