Pese a la alarma que se creó desde ciertos medios de Madrid, Tsunami Democràtic aseguró en todo momento que su deseo era que el clásico se jugara. Este miércoles, de hecho, apuntó que "para llevar a cabo la acción es imprescindible que el partido se pueda disputar y la afición pueda acceder al estadio".
Y la plataforma catalana cumplió con su palabra. Más allá del corte de la Diagonal y la multitud de gente que se aglomeró en los aledaños del Camp Nou, las horas previas al clásico se desarrollaron con completa normalidad. A menos de una hora para que empiece el encuentro, todo parece indicar que podrá comenzar en el horario previsto.
Ya en el estadio
Para asegurar que el clásico se celebrará era imprescindible, evidentemente, que los jugadores de ambos equipos pudieran llegar al estadio. Si bien es cierto que ambos clubes insistían en que no habría problemas para la disputa del choque y trataban de tranquilizar a sus aficionados, era evidente que existía cierta preocupación.
Manifestantes de Tsunami Democràtic se concentran antes del clásico
Así lo demostró el hecho de que tanto FC Barcelona como Real Madrid se alojaran en el hotel Sofía. Zidane, en la rueda de prensa previa, aseguró que se aconsejó a ambas entidades que se hospedaran en el mismo hotel. Y así fue. Y, a juzgar por los hechos, todo ha salido según lo planeado.
Tanto los jugadores azulgranas como los blancos llegaron al Camp Nou sin problemas. Primero salió el autobús del Barça, que en cuestión de minutos se plantó en el estadio. Inmediatamente después, el autobús del Real Madrid llevaba a los futbolistas hasta el Camp Nou. Ningún incidente.
Los aficionados, también
Tampoco han tenido problemas para acceder al estadio los aficionados que deseaban acudir al encuentro. Las puertas del templo azulgrana se abrieron un poco antes de las 18.30 horas de la tarde y los seguidores pudieron entrar con completa normalidad. Hubo controles de seguridad en las entradas, pero nada fuera de lo común en este tipo de encuentros.
Miembros de Tsunami Democràtic en los alrededores del Camp Nou / EP
La seguridad del Camp Nou ha requisado las caretas de Messi que se habían repartido en los aledaños del estadio en las horas previas al clásico. También tiraron algunas de las cartulinas que había repartido Tsunami Democràtic, aunque no todas, pues hay aficionados que sí han podido entrar con la suya.
No ha habido problemas en las horas previas. Ahora queda por descubrir qué acción lleva a cabo la plataforma cuando arranque el encuentro.