El VAR está dejando serias dudas en la Liga. El gran objetivo de la aplicación de videoarbitraje era hacer el fútbol más justo, pero están habiendo grandes diferencias entre clubes, seguramente fruto de la casualidad. Lo que es verdad es que el Barça está saliendo perjudicado en exceso desde el inicio liguero.
Este sábado se vio un nuevo ejemplo de ello. Se pitó un penalti muy discutible a Sergio Busquets y con el empate a dos en el marcador en los últimos minutos, hubo la jugada de la polémica. Diego Llorente, central de la Real Sociedad, cogió con descaro a Gerard Piqué. Alberola Rojas decidió no pitar nada y ni siquiera consultó el VAR.
Imagen del penalti no pitado de Diego Llorente a Piqué / REDES
Donde sí que favoreció el arbitraje fue en el Valencia-Real Madrid. Los locales ganaban por 1-0 hasta el último minuto de tiempo añadido. Sánchez Martínez dio cuatro minutos de añadido y el gol del empate llegó en el minuto cinco de la prolongación. El árbitro decidió alargar el partido y eso benefició a los blancos.
Cuatro intervenciones del VAR para los culés
El Barça se quejó de la no aplicación del VAR en la jugada de Gerard Piqué. Incluso Josep Maria Bartomeu envió una carta a la RFEF explicando la sucesión de los hechos. Este sábado no intervino y es que, en 16 jornadas ligueras, solo lo ha hecho en cuatro veces esta temporada.
En casi todas salió perjudicado, aunque no tuvo incidencia en el resultado final. La primera fue en un Barça-Valencia. Se anuló un gol en el minuto 27 de Kevin Gameiro por fuera de juego pero, tras consultar con el VAR, Del Cerro Grande avisó a Sánchez Martínez de validar el tanto. El partido terminó con goleada local (5-2).
Pocos días después volvió a actuar en contra los azulgranas, en Los Cármenes. Desde la sala VOR avisaron a Cuadra Fernández que Arturo Vidal había cometido manos dentro del área. El penalti fue concedido y se firmó una dura derrota (2-0). Las últimas dos veces fue en el mismo partido, contra el Levante (3-1) en el Ciutat de Valencia.
Arturo Vidal en una acción del Granada - Barça / EFE
La única beneficiosa fue la retirada de una tarjeta amarilla de Luis Suárez a Morales. Primero le mostró la amonestación, pero, tras la consulta del VAR, se la mostró a Arthur Melo. Minutos después, en el 74, volvió a intervenir. Messi marcó, pero éste fue anulado por fuera de juego de Antoine Griezmann. En el primer gol se comieron un fuera de juego del francés en el penalti de Semedo.
El show del Madrid con el VAR
En las últimas semanas, el Real Madrid ha salido claramente beneficiado de la aplicación del videoarbitraje. Hasta en seis ocasiones ha salido victorioso. Hay muchos ejemplos de ello. El primero fue claro, aunque intrascendente. Contra el Leganés (5-0), Ramos golpeó un penalti, pero el VAR lo mandó repetir porqué Soriano, el portero, se había adelantado cuando no era así. No falló la segunda oportunidad.
En la Champions también se vio un claro favorecimiento. Contra el Brujas (2-2), el central blanco marcó en claro fuera de juego y el tanto subió en el marcador. La igualada firmaba Casemiro, de cabeza, tras una falta en ataque a la defensa belga. Dos acciones en pocos minutos que eran determinantes.
En las últimas semanas hemos visto tres ejemplos: una equivocación y dos por no intervenir. El error se firmó en el Madrid-PSG (2-2). Courtois cometió penalti a Mauro Icardi, pero el colegiado pitó una falta previa de Gueye a Marcelo, aunque él mismo indició que el juego continuara.
Courtois comentiendo penalti a Mauro Icardi / EFE
Contra el Espanyol (2-0), se ahorraron la expulsión de Vinicius Junior tras una dura entrada que suponía la segunda amarilla en la primera parte. Nadie intervino y todo quedó en nada. Igual que este domingo, se sobrepasaba el tiempo añadido y Sánchez Martínez decidió seguir jugando. Gol de los blancos y final del partido.
Esta temporada, la aplicación del videoarbitraje juega en contra del Barça o, más bien dicho, a favor del Real Madrid. Tanto en Liga como en Champions League, los pupilos de Zidane han salido beneficiados. Veremos si esa tendencia continuará en uno de los clásicos más igualados de los últimos años como es el del miércoles.