El Barcelona selló su pase a los octavos de la Champions como primero de grupo el pasado miércoles, tras vencer al Dortmund por 3-1 en el Camp Nou. Los goles de Suárez, Messi y Griezmann dieron el triunfo a los azulgranas, que además sumaron 35 partidos invictos en casa, en competición europea.
La sequía goleadora de Griezmann se vio atajada ante el conjunto alemán y junto con la clasificación para la siguiente ronda, esa fue la nota positiva de la noche. El francés no desaprovechó es excelente pase de Leo Messi y fulminó a Bürki para establecer el 3-0 a favor de los culés.
En la cruz de la moneda, dos datos a destacar. Por una parte, el malogrado Ousmane Dembelé volvió a caer lesionado. El francés se lastimó tras intentar conectar con un pase de Sergi Roberto y termino sobre el césped, rabioso y entra lágrimas. Tuvo que abandonar el terreno de juego rozando la media hora y se marchó al vestuario llorando y con sus cubriéndole el rostro.
El segundo dato negativo es que pese a la vitoria y al buen partido del Barcelona ante el cuadro alemán, los azulgranas terminaron el duelo en desventaja en cuanto a la posesión del balón. Los de Valverde mantuvieron el esférico en su dominio el 46% del tiempo, mientras que el rival le superó con un 54%.
Ya no son tan dueños del balón
No obstante, la eficacia de los locales fue mucho mayor que la del Dortmund, pues aún teniendo menos contacto con la pelota, fueron capaces de perforar la portería de Bürki hasta en tres ocasiones. Por su parte, el Dortmund tan sólo logró superar una vez a Ter Stegen, aún teniendo el balón en sus botas por más tiempo que el Barcelona.
El cuadro alemán también superó a los locales en número de pases: el Barça realizó un total de 599, mientras que Dortmund logró llegar a los 711.
Loa azulgranas le cedieron el esférico a los alemanes como si quisieran averiguar qué eran capaces de hacer con él, pero los de Lucien Favre no supieron darle un uso rentable para sus intereses.
Lo cierto es que los catalanes ya tuvieron problemas para adueñarse del balón en su visita al Signal Iduna Park, así como en el duelo contra el Slavia de Praga a domicilio, donde sus rivales les superaron con un 60% y 52% de posesión a favor.
El Barça siempre se ha jactado de ser el rey en cuanto a la posesión de balón, pero la realidad es que el juego irregular del equipo está haciéndoles mella también en esa faceta. Los de Valverde ya no dominan los partidos como antaño y esas imprecisiones se ven reflejadas en las estadísticas, por lo que a los azulgranas les tocará ponerse manos a la obra para enderezar ese particular. Como les diría el propio Johan Cruyff: ‘’Si tú tienes el balón, el rival no lo tiene’’.