La llegada de Griezmann al Barça no ha sido fácil. La adaptación al equipo, a un estilo de juego totalmente diferente y sobre todo, soportar las críticas por su falta de entendimiento con la gran estrella azulgrana, Leo Messi, están siendo los principales inconvenientes que está teniendo que superar el francés en estos primeros meses.
Sin embargo, y pese a que todavía no se encuentra totalmente cómodo con la forma de jugar y no es capaz de encontrar su sitio en el terreno de juego, sí que es verdad que, en cuanto a su relación con el astro argentino, poco a poco se están viendo detalles que incitan a los aficionados culés al optimismo.
El último ejemplo fue en el calentamiento del partido contra el Leganés. Los dos futbolistas se buscaron durante el prepartido y mostraron una gran afinidad y sonrisas también con Luis Suárez. Incluso hubo un momento en que compartieron un efusivo abrazo.
En el vestuario contra el Celta
Se trata de la segunda vez en pocas semanas que los dos futbolistas hacen pública una muestra clara de que poco a poco empiezan a entenderse y a conocerse mejor. Tras la victoria ante el Celta, Messi se abrazó y saludó efusivamente tanto con Griezmann como con el resto de sus compañeros en el vestuario.
Sin duda, se trata de un paso de gigante para la evolución del juego del Barça. Son los dos futbolistas más decisivos de la plantilla, y con los dos remando en la misma dirección, todo será más fácil. Ahora solo falta que esa mejora sustancial de su compenetración fuera del terreno de juego, empiece a ponerse en practicar también en el campo, donde los dos futbolistas no acaban de encontrarse.