Cuando los partidos se vuelven imprevisibles, y el Barça se encuentra atascado en ataque, un hecho que se ha repetido en varios encuentros esta temporada, hay un jugador que se encuentra como un pez en el agua ante este contexto: Arturo Vidal.
Muchos criticaron la llegada del chileno al Camp Nou ya que se trata de un jugador robusto, fuerte, agresivo, que no es un especialista a la hora de combinar y mimar el balón, pero, por otra parte, que cuenta con una gran capacidad de entrega y de ser protagonista en encuentros igualados. Un perfil, a priori, muy diferente del que se ha podido ver en los últimos años comandando en medio del campo azulgrana.
Sin embargo, poco a poco Arturo Vidal se ha ido ganando la confianza tanto de cuerpo técnico, como de directiva y de sus compañeros en el vestuario, y cada vez es menos viable su salida del club.
Importante desde el banquillo
Arturo Vidal debe tener claro cuál es su papel para poder seguir en el Barça. El chileno es un guerrero, un bregador, que puede jugar un papel clave cuando los encuentros ya están más abiertos y la fatiga empieza a afectar a los rivales. Así, el centrocampista puede ser clave en el equipo como revulsivo desde el banquillo, donde es capaz de marcar las diferencias.
De cara al juego de posición que práctica el Barça, Valverde debería apostar por otro perfil, como Arthur o De Jong, para salir en el once titular. Pero cuando todo se complica, y el equipo necesita verticalidad, presión y gol, la mejor arma del técnico extremeño desde el banquillo es Arturo Vidal.
Así, de momento en el club no se plantean la salida del chileno en el próximo mercado de invierno, a no ser que llegue una oferta irrechazable. Eso sí, Vidal debe tener en cuenta esta condición para seguir vistiendo la elástica culé: será un jugador importante, cuando tenga que serlo y el contexto lo requiera. No todos los encuentros.
Récords goleadores
Pese a que el inicio de temporada no fue fácil para Arturo Vidal, que vio muchos partidos desde el banquillo y tuvo incluso que recriminar públicamente su malestar por las continuas suplencias; cuanto peor ha jugador el equipo y más problemas ha tenido, más importancia ha cobrado el chileno en el centro del campo.
Este año, incluso, está batiendo todos sus registros goleadores. Y es que el centrocampista se está consolidando como uno de máximos goleadores del Barcelona, por detrás de Messi y de Luis Suárez, y empatado con Griezmann. Leo suma ocho tantos hasta la fecha, por los siete de uruguayo. Mientras que Vidal y Griezmann hacen pareja con cuatro dianas cada uno. Además, el chileno ha anotado los mismos goles en tres meses que en todo el curso pasado.
Arturo Vidal celebra su gol ante el Leganés/ EFE
Dos de esos tantos los hizo entrando desde el banquillo, y los otros dos jugando de titular. Pero cuando realmente ha sido importante y ha anotado tantos claves ha sido partiendo desde la segunda unidad y dando aire fresco al equipo en los últimos minutos.
Tapón para los de la casa
En el fútbol, los jugadores son piezas necesarias para llevar a cabo un estilo de juego concreto. Los problemas a nivel asociativo esta temporada del club está comportando el crecimiento de jugadores duros y fuertes como Arturo Vidal; y el desaparecer de otros que llevan en sus venas el amor por el balón y por el fútbol de combinación.
Así, aunque las puertas para el chileno están cerradas; no lo están para jugadores provenientes de la Masía y que llevan años esperando su oportunidad en el primer equipo, como Carles Aleñá y Riqui Puig.
Una foto de Riqui Puig y Carles Aleñá en un entrenamiento del Barça / FCB
El actual estilo de juego de Valverde ha provocado que los dos futbolistas de la Masía no tengan un hueco y no sean una opción prioritaria para el club. Así, el Barça podría optar por desprenderse de tanto Aleñá como Puig en invierno para dejar sitio a Arturo Vidal. Y no existe mejor ejemplo del nuevo (y sinuoso) camino por el que está apostando el club en estos últimos años.