La incapacidad del Barcelona para vencer con solvencia lejos del Camp Nou, vuelve a entrar en escena. A los de Valverde les cuesta un mundo ganar a domicilio y cuando lo hacen, la imagen del equipo no queda en muy buen lugar.
Frente al Leganés, el Barça comenzó perdiendo tras un golazo de En-Nesyri y no fue hasta el segundo tiempo, cuando los catalanes comenzaron a asomar la cabeza. Suárez puso el empate tras una falta lanzada por Messi, y Arturo Vidal, quien salió de refresco, sentenció el choque aprovechando un rechace de la defensa pepinera.
El Barcelona se sigue encomendando a Leo y a su eficacia a balón parado, para mantenerse en la cima de la clasificación liguera. El equipo vence, pero no convence y en entre la afición culé sigue el runrún entorno al mal juego del equipo.
Antoine agota su crédito
Si Dembelé salió del Camp Nou abucheado por la grada, cabe esperar que el turno de Griezmann este muy cercano, pues su papel continúa siendo meramente presencial. En Butarque salió de inicio junto a Messi, Suárez y Dembelé, para despues ser sistituido en la segunda mitad fruto de su casi inexsistente aportación.
Parace que a Griezmann se le terminan las excusas. Hace unos días, el delantero francés pedia paciencia a la afición barcelonista, alegando que pronto dejaría constancia de por qué se le fichó. Pero hasta el día de hoy, nada. Antoine no termina de encontrar su sitio dentro del equipo y la paciencia de quienes confiaron en él, está a un paso de agotarse.
Ni fiabilidad, ni ritmo de juego, ni gol. Griezmann tan sólo ha dejado pinceladas del jugador que una vez fue en el Atlético de Madrid y en las últimas jornadas, la banda izquierda esta siendo un calvario para él. Apenas cuenta con llegadas al área rival y en Butarque se ha acrecentado esa carencia.
Tanto ha sido así, que cuando apenas se había jugado media hora de partido, el francés ha tenido que intercambiar su posición con Dembelé. El lateral derecho es en el que Griezmann mejor se desenvuelve, pero por más que lo ha intentado, su contribución en labores de ataque ha sido totalmente nula.
De estrella a sustituido
Poco después de reanudarse el juego tras el descanso, Valverde le ha sacado del terreno de juego y en su lugar ha dado entrada a Arturo Vidal. Y por irónico que parezca, la incursión del chileno acabaría siendo clave, pues fue el encargado de marcar el tanto de la victoria para el Barcelona.
Pero esa no es la cuestión. Griezmann sigue sin dar la talla y en escasas ocasiones ha sido capaz de recordar por qué se le trajo a Can Barça. Si el francés no despierta pronto y demuestra que vale la cantidad que se pagó por él, la cuenta atrás de sus días como azulgrana habrá comenzado.