Uno de los temas más candentes y polémicos en este inicio de temporada del Barça es la falta de compenetración entre Leo Messi y Antoine Griezmann. El galo llegó el pasado verano al Camp Nou con el objetivo de, junto al capitán y Luis Suárez, convertirse en una delantera temible. Una de las mejores del mundo.
Sin embargo, tras más de tres meses de competición oficial, los resultados están lejos de los esperados. Valverde ha apostado por Griezmann en prácticamente todas las posiciones de ataque, pero no ha acabado todavía de dar con la tecla correcta para facilitar su adaptación.
No obstante, el delantero francés sigue contando con el apoyo de gran parte de la afición y del cuerpo técnico. El mismo ex del Atlético de Madrid ha comentado recientemente que ya sabía a lo que se enfrentaba, y que no sería fácil adaptarse a un estilo de juego completamente distinto a lo que había practicado hasta ahora.
Poca compenetración con Messi
Cada acción, cada pase entre Messi y Griezmann está vigilada con lupa. Son dos de los mejores jugadores del mundo y están en la obligación de entenderse. Pero esto no puede conseguirse en dos días. El hecho conocer a un nuevo compañero, adaptar tus movimientos a él, y saber el momento exacto en el que tienes que moverte no es cosa de un segundo.
Así, la falta de compenetración entre los dos cracks, palpable en muchos encuentros, ha despertado un incendio en el Camp Nou. Sin embargo, ellos están tranquilos. Saben que se trata de un proceso lento pero que poco a poco irá dando sus frutos.
Griezmann y Messi celebrando un gol frente al Eibar / EFE
Pero cada vez son más los gestos y guiños que demuestran que Messi y Griezmann están empezando a mejorar su relación, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Según explicó el fotoperiodista Enric Bayón en el programa El Rondo de la 2, cada segundo que pasa El Principito está adaptándose mejor a las costumbres del vestuario, y del capitán azulgrana.
Gestos que destapan una mejora en el vestuario
Messi está haciendo todo lo que está en su mano para conseguir que Griezmann se sienta uno más y forme parte de la familia culé. Así, el francés ya ha sido incluido en el círculo del mate del vestuario, formado por diferentes jugadores, sobre todo sudamericanos, que comparten instantes al lado de la típica bebida argentina.
Además, el capitán culé se ha encargado de acoger al galo tanto en los hoteles de concentración, donde comparte mesa junto a Messi, Suárez, Alba y Dembélé; y también en los calentamientos de los partidos, donde el ex del Atlético entra ya en el rondo con Leo.
Finalmente, no está mejorando solo la compenetración entre ellos dos, sino también entre sus familias. Las mujeres de los dos futbolistas cada vez tienen una mejor relación, e incluso estuvieron juntas en el cumpleaños de Luis Suárez.
Por tanto, parece que Griezmann está cada vez más integrado en el círculo y en el vestuario azulgrana, y con esto, todo es mucho más fácil. Con el apoyo de Leo, sin duda le ha quedado un camino mucho más plano al francés para jugar sin presión y acabar de compenetrarse y adaptarse al estilo del equipo.