Esta temporada, los resultados del Barça no están yendo en línea con el nivel de juego del equipo. El conjunto entrenado por Ernesto Valverde está mostrando unas enormes carencias tanto a nivel de fútbol como de actitud en muchos encuentros este curso.
Sin embargo, las victorias gracias a grandes actuaciones individuales sobre todo de Leo Messi, junto a los malos resultados de los principales rivales en las dos competiciones más importantes; están comportando que, pese al mal juego, el Barça esté líder tanto en la Liga como en el grupo F de la Champions.
Leo Messi celebrando el primer gol del Barça contra el Celta de Vigo / FC Barcelona
Eso sí, los reiterados batacazos de los tres grandes de la liga española (Barça, Madrid y Atleti) están haciendo que este curso estemos viendo una de las Ligas más igualadas de los últimos años. De momento, tanto azulgranas como blancos comparten liderato con 25 puntos; pero del primero al noveno hay solo cinco puntos de diferencia.
Por otra parte, aunque sí es verdad que el Barça es líder en su grupo de Champions; también hay que destacar que tampoco sería una hecatombe que los azulgranas no consiguiesen clasificarse para los octavos de final de la máxima competición continental. Los hombres de Valverde suman 8 puntos, y les siguen muy de cerca tanto Borussia, con 7, como Inter de Milán con 4. Y tanto alemanes como italianos son los próximos rivales de los azulgranas en Champions.
El resultadismo culé
El Barça tiene actualmente mejores números de los que tenía el año pasado a estas alturas de temporada. Hace exactamente un año, al acabar la jornada número 12, los culés eran también líderes de la competición de la regularidad con 24 puntos (uno menos que este curso). Además, el equipo había anotado un gol más (34) pero también había recibido tres más (18).
Unos datos que no invitan a la esperanza de la afición culé. Más que nada porque, pese a los resultados, las sensaciones este curso son mucho peores. En el Barça muchas veces cobra más importancia el cómo que el qué; los números muchas veces parecen vacíos si no van acompañados de un juego detrás.
Por tanto, el resultadismo y el estilo pragmático de Ernesto Valverde este año está siendo muy criticado por la afición culé. Pese a que el club cumpla a nivel de resultados, sí que es verdad que no lo está haciendo a nivel de juego, y en la idea que ha acompañado al Barça durante gran parte de su historia.
Algunos jugadores apoyan este estilo
Valverde ya ha sido protagonista en diferentes ruedas de prensa de declaraciones defendiendo el resultadismo que se está apoderando del conjunto culé. “No entiendo las malas sensaciones si el equipo va líder tanto en Liga como en Champions” o “nunca doy mucha importancia a la preparación física” son algunas de las frases pronunciadas por el técnico extremeño que van en contra del pensamiento que se ha defendido siempre en el Camp Nou.
Pero lo más preocupante es que jugadores que han crecido en la Masía y han defendido siempre la idea de juego bonito y de construir a través del balón, también están defendiendo la importancia del resultado por encima del estilo de juego. Uno de ellos fue Gerard Piqué, que no dudó en comentar tras el horrible empate ante el Slavia en Champions, que “el equipo ha intentado hacer el partido que nos convenía. Ellos han adelantado al principio la línea y hemos tenido ocasiones. Hemos tenido oportunidades, pero el balón no ha querido entrar. Los resultados no acompañan en estos últimos partidos. Cuando encadenas dos partidos sin ganar en Can Barça, como la exigencia es máxima, la gente quiere más”.
Gerard Piqué en un partido del Barça / EFE
Por tanto, la afición no dejará de recordar a los jugadores la historia del escudo que están defendiendo, donde cobra más importancia la manera en qué se hacen y se consiguen los títulos; que no el hecho de ganar muchas competiciones sin ofrecer al público algo con lo que disfrutar y recordar.