Gerard Piqué es un rara avis en el mundo del fútbol. Se parece muy poco al resto de jugadores del panorama actual. En primer lugar, porque es uno de los pocos deportistas que con un micrófono delante no se limita a recitar una retahíla de tópicos que aportan entre poco y nada. Si se tiene que mojar, lo hace.
Aparte de esta faceta, que es algo anecdótica, tampoco es común que un futbolista mire más allá del deporte que practica. Y es que, a parte de jugador, Piqué es también empresario. Hace dos años fundó Kosmos, una compañía que ha crecido mucho en el último año. Se convirtió en el principal accionista del Andorra y organizará la nueva Copa Davis.
Poco descanso
Este doble trabajo provoca que el central del FC Barcelona no tenga tiempo para todo. Así lo admitió este pasado domingo en una entrevista para El País Semanal: "Apenas duermo cuatro o cinco horas al día, me falta tiempo para todo", reconoció el futbolista.
Gerard Piqué jugando contra el Slavia de Praga / FC Barcelona
Piqué, además, añadió que desde el club azulgrana le han permitido compaginarlo todo y que a veces pueda centrarse más en sus negocios. El jugador catalán aseguró que "lo han entendido y no hay problemas. Empleo mi tiempo libre en dedicarme a lo que me gusta".
Esta situación obliga al FC Barcelona a empezar a pensar en la era post-Piqué. Y es que la entidad catalana tiene cada vez más claro que a medida que pasen los años será más complicado poder contar con la máxima implicación del zaguero que, por otra parte, si reconoce que no puede estar al cien por cien para el Barça podría dar un paso al lado como ya hicieron Iniesta, Xavi o Carles Puyol.
Fichaje inminente
La doble vida de Gerard empuja al club azulgrana a peinar el mercado en busca de un central que pueda reemplazar con totales garantías al 3. El gran objetivo era Matthijs de Ligt, por quien ya se había llegado a un acuerdo económico con el Ajax, pero las elevadas pretensiones del futbolista impidieron su fichaje y el jugador acabó en Turín.
Gerard Piqué en el partido contra el Slavia de Praga / EFE
Ahora, el Barça está a expensas de ver si Umtiti recupera o no su mejor nivel y supera de una vez por todas la mala racha de lesiones del último año. Pero, suceda lo que suceda con el francés, la entidad buscará a un central diestro de primer nivel de cara a la siguiente temporada para reemplazar a un Piqué que empieza a pensar más en los negocios que en el fútbol.
En el mercado hay varias alternativas, pero ninguna acaba de satisfacer en el Camp Nou. Quedan ocho meses para encontrar a un zaguero que cumpla los requisitos y pueda sustituir a Gerard de forma progresiva.