El Barcelona de Valverde no pasa ni de lejos por su mejor momento, una situación que el equipo azulgrana ya viene arrastrando desde hace tiempo. Pese a que la primera plantilla está plagada de grandes jugadores, éstos siguen sin ofrecer el rendimiento que se espera de ellos y la situación en Can Barça está cada vez más en entredicho.
El principal culpable, si miramos desde fuera del club, es Ernesto Valverde, de quien ya se comenzó a dudar la campaña pasada. Con la esperanza de que todo mejorara en este nuevo curso, el problema no ha hecho más que empeorar por lo que desde la parroquia azulgrana se pide la cabeza del Valverde cuanto antes, mejor.
Cambio de cromos en el banquillo
Tras dos partidos lamentables como fueron los del Levante y el Slavia, el crédito del técnico extremeño se ha consumido por completo, por lo que habría que reparar la herida antes de que sea demasiado tarde. Algunos insinúan que ni tan sólo llegará a Navidad como dirigente del banquillo azulgrana y en lo más interno del club ya se trabaja para buscar un recambio de garantías.
Entre los nombres que baraja el Barcelona para sustituir a Valverde, se encuentran los de Xavi, Roberto Martínez, Ten Hag, Abelardo o Quique Setién. Es este último quien más opciones tiene de aterrizar en Can Barça. Después de que llegara a sus oídos el interés de club catalán por sus servicios, Setién se sintió halagado: ‘’Por supuesto que me gustaría entrenar al Barcelona’’. El extécnico del Real Betis sería la pieza perfecta para asumir las riendas del conjunto culé. A su favor también juega su módico cache, que facilitaría al Barcelona las tareas en cuanto a su fichaje más inmediato, en caso de que la destitución de Valverde llegase a realizarse.
Sin un aspirante claro
Pero el nombre de Setién no está sonando todo lo que debería en los últimos tiempos. Únicamente se le recuerda cuando el Betis cae derrotado y sus aficionados rememoran todo cuanto le dio de bueno al cuadro verdiblanco.
A día de hoy, sin embargo, Koeman ha adquirido prioridad por delante de Quique Setién, aunque no hay nada claro todavía. El Barcelona deberá ponerse las pilas para elegir el candidato perfecto, si es que quieres sentar en el banquillo a un técnico capaz de revertir esta mala racha antes de que sea demasiado tarde.