El Barça no está fino esta temporada. Los dos últimos partidos ante Levante y Slavia de Praga en Champions han puesto de manifiesto las carencias del equipo, tanto a nivel de juego como de actitud.
Además, el planteamiento defensivo de los rivales del conjunto culé está demostrando que ahora mismo el equipo entrenado por Ernesto Valverde tampoco cuenta con muchos recursos en ataque ni de estrategias ofensivas concretas para poder superar a unas defensas rivales muy cerradas y que dejan muy pocos espacios.
Así, y pese a contar con un Leo Messi muy motivado y que está siendo de los pocos futbolistas en ataque que está consiguiendo hacer daño a las defensas rivales a través de jugadas individuales, la realidad es que el astro argentino no siempre puede obrar un milagro. Y sus compañeros le están dejando demasiado solo para que intente decidir los partidos.
Leo Messi lamentando una ocasión contra el Inter de Milán / EFE
La necesidad de Jordi Alba
Los dos mejores socios del 10 durante las últimas temporadas son justamente los dos jugadores con los que no ha podido contar Valverde en los dos últimos partidos. El primero es Luis Suárez.
El uruguayo está firmando un gran comienzo de temporada y es el pichichi del conjunto culé en Liga con seis goles. Sin embargo, ante el Levante cayó lesionado en la primera mitad y ante el Slavia, Messi no pudo contar con su amigo charrúa que, pese a bajar el rendimiento en las últimas temporadas, sigue siendo una pesadilla constante para las defensas rivales.
El caso contrario pasa con Jordi Alba, claramente el jugador que está echando más en falta el delantero argentino a nivel de combinación y creación de juego. El lateral ya tuvo molestias ante el Valladolid, y el técnico blaugrana decidió no jugársela con él ante el Levante. No obstante, el catalán sí empezó de inicio en el duelo de Champions, pero duró solo 45 minutos al volver a recaer de la lesión.
Una foto deJordi Alba tras lesionare en el Borussia Dortmund -Barça / FCB
Así, aunque el internacional español no terminó muy bien la temporada pasada, y está viendo como los problemas físicos no le están permitiendo rendir en esta; las conexiones del capitán culé con Alba por la banda izquierda han sido una de las grandes armas del Barça en los últimos años. Así, Messi echa en falta y necesita a su lado a un jugador con el que se entiende de forma automática y con la capacidad de romper fácilmente las defensas rivales cuando están cerradas, a través de sus característicos desmarques de ruptura.