El Barça no acaba de arrancar, así se evidenció este martes contra el Slavia de Praga. Lo que ocurrió en Levante no es un tropiezo de un día, este equipo tiene problemas y Messi ya no puede ser la única solución. Contra los checos, y sin Luis Suárez, estuvo solo en ataque y el peligro solo pasaba por sus pies.
El capitán ya veía en verano que esta temporada sería complicada. El delantero uruguayo ya es mayor y cada vez cuesta más tirar los partidos adelante. Por ese motivo, pidió junto a las vacas sagradas un esfuerzo a la directiva y a la secretaría técnica para que se trajera de vuelta a Neymar Junior.
Messi en el partido contra el Slavia de Praga EFE
El que sí que llegó era Antoine Griezmann como gran crack. Su falta de feeling con el 10 es evidente. Apenas se buscan. El club firmó unos refuerzos que no eran del agrado de Messi y eso se nota sobre el césped. Ni siquiera Frenkie de Jong, que ha entrado bien en el equipo, conecta bien con el delantero.
Falta de entendimiento
El holandés es clave en los esquemas de Ernesto Valverde. Aunque lleva varios partidos siendo de los más destacados, no termina de entenderse con el argentino. Pero hay confianza, ambos son conocedores de su talento y están destinados a encontrarse. Lejos quedan ya esas conexiones con Xavi e Iniesta.
El entrenador del Barça tiene mucho trabajo por delante para crear un ecosistema cómodo para el 10. La cosa está siendo muy difícil. Si ya es complicado con el holandés, que bebe directamente del estilo de toque, parece tarea imposible con Antoine Griezmann.
El francés no es del gusto del argentino, esto no es un secreto para nadie. Sus combinaciones son contadas. Sin ir más lejos. Messi solo le cedió el balón al galo en cuatro ocasiones en 90 minutos mientras que con 25 minutos con Ansu Fati sobre el verde le dio cinco pases. Una falta de conexión evidente.
Griezmann en una acción con el Barça contra el Slavia / FC Barcelona
El ex del Atlético de Madrid corre el riesgo de convertirse en el nuevo David Villa, que terminó muy mal con el argentino. Antes, pero, se entendieron muy bien e incluso llegaron a levantar una Champions juntos. Luis Suárez ya no es el que era y Jordi Alba va de lesión en lesión. Al capitán le faltan aliados.
El suplente de Alba
Alba se volvió a lesionar este martes contra el Slavia de Praga y en su lugar salió Sergi Roberto, pues Junior Firpo volvió a quedar fuera de convocatoria. El lateral español no convence ni al entrenador ni a sus compañeros. Atrás quedan esos tweets del exbético insultando a Messi, pero la relación entre ambos sigue siendo muy fría.
Junior Firpo, en una sesión de entrenamiento de este lunes / FC Barcelona
Mientras que todavía se espera una reacción del equipo, dos de los nuevos compañeros como son Neto Murara y Moussa Wagué todavía no han debutado. Los otros tres no se entienden. El argentino se tira de los pelos esperando a que el club firme gente de su confianza.