El Barça sigue sin arrancar en este inicio de temporada. Pero lo más preocupante no son los resultados, sino la falta de juego y de actitud de algunos jugadores. Esta vez, el equipo de Ernesto Valverde no pudo pasar del empate a 0 ante el Slavia de Praga en el Camp Nou, a priori la cenicienta del grupo F de la Champions.
Sin embargo, lo peor fue volver a ver a un equipo sin ideas y sin recursos para romper el entramado defensivo del equipo rival. Primero fue el Levante, y ahora el Slavia. Los azulgranas no consiguieron ser superiores en ningún momento durante el encuentro, y Messi fue el único que se salvó en una nueva debacle culé.
Ante la incapacidad de encontrar soluciones, Valverde apostó en la segunda mitad por dar entrada al joven Ansu Fati, y a un castigado Ivan Rakitic, que no está contando prácticamente con minutos esta temporada.
Errático e impreciso
Ante el Slavia de Praga en el Camp Nou, Rakitic jugó su décimo partido esta temporada. Eso sí, en ninguno de ellos ha superado los 70 minutos sobre el terreno de juego. Un hecho que, indudablemente, está afectando de forma negativa al rendimiento de un jugador que ha sido clave durante cinco temporadas en el esquema azulgrana.
Así, ante los checos, el mediocampista entró al campo sustituyendo a Busquets en el minuto 68. Los aficionados decidieron recibir al croata con una gran ovación, agradeciendo su papel durante todos estos años en el club. Sin embargo, estos ánimos no sirvieron a Rakitic para mejorar su acierto. Y es que el ex del Sevilla se mostró muy errático, impreciso y sobre todo lento en los poco más de 20 minutos que estuvo sobre el campo.
Ivan Rakitic entrenando con el Barça / FC Barcelona
Por tanto, el croata está pagando muy caros los castigos que está sufriendo por parte de Ernesto Valverde este curso. No solo a nivel de minutos, sino también de motivación y de ilusión por seguir vistiendo la elástica azulgrana.
Con un pie fuera del club
Pese a que el técnico extremeño comentase recientemente en rueda de prensa que “si comprende su nuevo rol, si lo acepta, el Barça estaría encantado de seguir con un futbolista que siempre aporta rendimiento”; la realidad es que, con 31 años, el croata tiene todavía la capacidad y la calidad para ser importante en cualquier equipo del mundo.
Y tras aguantar durante unos meses el nuevo papel que está teniendo en el club, todo parece indicar que el camino del centrocampista cada vez pasa más lejos del Camp Nou. Aunque en verano, el croata decidió quedarse porque disponía de la confianza del técnico, las prioridades del Txingurri han cambiado, como puede verse en su falta de minutos.
Este curso, pese a disputar diez partidos, solo acumula 233 minutos de juego. Solo Carles Aleñá, Wagué, Todibo, Neto y Umtiti han jugado menos que él. Un hecho que contrarresta con los números de la temporada pasada, donde a estas alturas había sido titular 14 veces de 15 y encadenó 10 partidos seguidos disputando los 90 minutos. 900 minutos, una cifra que difícilmente pueda alcanzar esta temporada.