El FC Barcelona está protagonizando uno de los peores inicios de temporada de los últimos años. Tras más de tres meses desde que empezaron las competiciones oficiales, el equipo de Ernesto Valverde no ha logrado todavía un nivel óptimo de juego. Pero el problema más importante que están teniendo los futbolistas azulgranas es la falta de actitud y su preocupante transigencia.
En los 14 partidos jugados hasta la fecha, los blaugranas acumulan ya tres derrotas (todas en Liga, un hecho que no se veía desde la época de Gaspart en el palco presidencial) y dos empates (uno en Champions y otro en la competición doméstica). Además, hay que destacar que los culés tienen que verse las caras todavía con Real Madrid y Atlético, sus dos principales rivales para conquistar la tercera Liga consecutiva del Txingurri.
Así, son preocupantes los números que está consiguiendo el Barça hasta la fecha porque la mayoría han sido rivales con un poder económico y social muy por debajo del conjunto que preside Josep María Bartomeu.
Athletic, Osasuna, Granada y Levante en Liga
El club azulgrana es esta temporada el club con un tope salarial más alto de toda la liga española, con 671 millones de euros, según datos de la Liga. Además, cuenta en sus filas con dos de los jugadores con un valor más alto de toda la competición: Messi, con 150 millones (empatado con Hazard, del Madrid) y Griezmann, con 130. Unos argumentos económicos poderosísimos que deberían convertir al conjunto culé en prácticamente imbatible en la competición liguera.
Sin embargo, el fútbol no es solo dinero. El fútbol es pasión. En el fútbol entran en juego muchas más cosas. Elementos que los números no pueden explicar, como demuestra el hecho de que los malos resultados este año de los culés han sido ante equipos con un presupuesto extremamente inferior a los catalanes.
Las tres derrotas que acumula el Barça en Liga han sido ante Athletic en San Mamés (el séptimo equipo con un tope salarial más alto, con 103 millones); Levante (55) y Granada (35). Además, el equipo entrenado por Valverde también se dejó dos puntos en el Sadar, ante un Osasuna que cuenta solo con 39 millones de margen salarial. Equipos con una infraestructura muy inferior, que no hacen más que reforzar la idea de que el Barça no está bien esta temporada y la indudable falta de actitud de algunos futbolistas, sobre todo ante equipos a priori inferiores.
Sus respectivos presupuestos contrastan todavía mucho más con el del Barça, que este año superó por primera vez los 1.000 millones de euros. El Athletic, primer verdugo azulgrana este curso, es el que tiene unas cuentas más infladas, con 132,8 millones de euros. Mucho menos presupuesto manejan Osasuna (54,4 millones), Granada (60) y Levante (90), los otros tres equipos que arañaron puntos a la entidad barcelonista.
Borussia y, casi, el Slavia de Praga en Champions
Por otra parte, el Barça también ha perdido puntos este curso en Champions. Eso sí, ante un equipo con un poder económico muy diferente a los citados anteriormente. Los culés no pasaron del 0-0 en la primera jornada de la fase de grupos de la máxima competición continental ante el Borussia de Dortmund.
El conjunto alemán es el segundo equipo con un mayor presupuesto en Alemania, por detrás del Bayern de Munich, y se ha convertido en una potencia en Europa a través de sus grandes resultados y su enorme acierto a la hora de moverse en el mercado de traspasos. Su presupuesto ronda los 380 millones de euros, aunque la tasación de su plantilla de jugadores es del doble. Es con diferencia el más potente de los que han restado puntos al Barça.
A esta lista hay que sumar el caso del Slavia de Praga. Pese a que el Barça consiguió la victoria por la mínima en Praga por 1-2; los de Valverde sufrieron mucho para doblegar a un equipo con un presupuesto y de una liga claramente inferior, y considerado la cenicienta del grupo F. Su presupuesto es de tan solo 27 millones de euros.
Por tanto, aunque seguramente el Barça estará a la altura en la mayoría de grandes duelos esta temporada, las competiciones no se ganan solo en los partidos más importantes. Ser el mejor implica una cierta regularidad y mantener la concentración también ante equipos que en un principio están por debajo. Un hecho que no está cumpliendo el equipo entrenado por Valverde y que podría llevarlos a la ruina.