Ter Stegen, desde su llegada a Barcelona, se ha convertido en una muralla bajo la portería culé. El alemán ha sido protagonista de increíbles y decisivas paradas que han dado muchos puntos y clasificaciones al Barça. Así, tras fichar por el club azulgrana en verano de 2016, el guardameta ha recibido 188 goles en 204 partidos, lo que equivale a menos de un gol por encuentro.
Sin embargo, en la vergonzosa derrota del Barça ante el Levante, ni el equipo ni tampoco Ter Stegen estuvieron a su mejor nivel. En un partido donde los culés fueron inferiores a los valencianos tanto físicamente como a nivel de actitud, el portero alemán no fue esta vez el ángel de la guarda de Valverde y no consiguió salvar al equipo.
Apisonadora en la segunda parte
Una de las claves para ser portero del Barça es, a parte de la calidad técnica, la concentración. No es extraño ver un partido de los culés donde el guardameta no tiene que participar ni hacer ninguna parada en todo el encuentro. Sin embargo, es esencial que en el momento que tenga que aparecer, esté metido en el partido. Un hecho del que pecó Ter Stegen ante el Levante.
Y es que hasta el minuto 15 de la segunda mitad, pese a la intensidad de los granotas, el equipo entrenado por Paco López no consiguió disparar ni una vez a portería. Pero entonces, en solo siete minutos, llegó la apisonadora del Levante y sentenciaron prácticamente el encuentro con tres goles, obra de Campaña, Mayoral y Radoja.
Los jugadores del Levante celebran el tercer gol | EFE
Así, en su noche más aciaga, el guardameta culé acabó el partido recibiendo tres tantos y sin conseguir ni una sola intervención. Además, en relación a los goles, hay que destacar que Ter Stegen podría haber hecho un poco más, sobre todo en el segundo y el tercero.
Crítico con el equipo
Indudablemente, la culpa de la derrota ante el Levante no es de Ter Stegen. Es un problema de concentración y de estilo de juego del equipo, un hecho que ya avisó el portero alemán hace unas semanas.
Tras el encuentro en Praga, donde el Barça acabó arrinconado y ganando por la mínima (1-2) al equipo que, a priori era la cenicienta del grupo, el guardameta no dudó en criticar la manera de jugar del equipo.
"Estoy cabreado, porque no hemos jugado al nivel que queríamos estar. Menos mal que hemos sacado los tres puntos, que siempre es importante, pero es necesario hablar de algunas cosas. Es algo que tenemos que hablar entre nosotros, no públicamente. Hay cosas que mejorar, pero me gustaría hablar primero con los que han estado en el campo", comentó el alemán.
Es palpable que el Barça no está bien. Y estos problemas están afectando cada vez más a los jugadores que, hasta el momento, siempre han cumplido las expectativas y han estado a la altura. Como comentó Ter Stegen, los culés necesitan una reflexión profunda para conseguir volver a ser el equipo que enamoró a prácticamente todo el mundo.