El Barça llegaba muy descansado a la cita del pasado martes contra el Valladolid. No se jugó el clásico el sábado 26 de octubre y el duelo con los pucelanos era ideal para ver rotaciones. Y así lo hizo Ernesto Valverde. Dio entrada a Ansu Fati y a Arturo Vidal dando descanso a dos pesos pesados del vestuario.
Antoine Griezmann fue suplente, pero tuvo minutos en la segunda parte. Salió en el minuto 63 dando descanso al delantero del Juvenil A. Ya es el segundo partido consecutivo en casa que el francés se sienta en el banquillo. No tuvo minutos contra el Sevilla (4-0) y gozó de 27 minutos este martes.
¿Víctima del viaje a Estados Unidos?
Muchos se preguntaban por qué motivo descansó el 17 tras una semana sin partidos. La respuesta se puede encontrar en los viajes del ex colchonero. El jugador se fue el jueves de la semana pasado a Estados Unidos para ver un partido de la NBA y regresó el sábado a Barcelona, cuando quedaban dos días para el partido.
Algunos han criticado el viaje del galo mientras aún no está rindiendo como se esperaba de él en Barcelona, pero la verdad es que contaba con días de descanso y es libre para hacer lo que quiera dentro de unos límites. A pesar de eso se quiso justificar ante el club, aunque no hacía falta.
El jugador se fue solamente dos días y con todas las comodidades que tiene un futbolista: avión privado y fisioterapeuta a su servicio. Aunque no es muy normal este tipo de escapadas en la plantilla culé, estar al límite del reglamente del vestuario pasa factura.
Valverde no quiso entrar en la polémica y explicó que “entiendo que el tiempo libre es para disfrutarlo y cada uno puede hacer lo que quiera dentro de un límite”. Aunque no fuera el motivo principal para ponerlo de suplente, seguro que influyó en la decisión del entrenador. La competencia es feroz y cada detalle cuenta.
Arthur, a otro nivel
Al posible castigo de Griezmann se sumó Arthur Melo que no fue convocado con el equipo. Días antes del partido vio la luz un vídeo del centrocampista llevando el patinete eléctrico por las calles de Barcelona, algo que todavía está pendiente de legislación. Aunque pueda parecer una niñería, un futbolista profesional no puede permitirse el riesgo de poner su físico en tonterías.
“Circular con un patinete eléctrico o con cualquier vehículo de movilidad urbana sin la diligencia y precaución necesarias es una infracción leve y sancionable con una multa de hasta 100 euros”, explica la norma de seguridad vial. El brasileño se expone a una multa de la policía más allá del castigo interno que pueda ponerle el club.
De momento, Melo fue una de las bajas sorprendentes del partido entre culés y pucelanos. Se quedó en la grada y no parece que sea por motivos físicos. Parece que Valverde quiere poner los puntos sobre las íes y no dejará pasar ni una a sus jugadores, al menos a los que llevan poco tiempo en el Camp Nou.