Sergio Busquets es un jugador de contexto. Se trata de uno de los mejores futbolistas del mundo haciendo lo que se le da bien hacer: organizar al equipo, poner pausa a la circulación de balón, pensar muy bien cada acción y cometer escasos errores. Pero a la vez, sufre de forma excesiva cuando el partido no requiere de esta manera de jugar.
En este caso, cuando el Barça apuesta por un estilo basado en la posesión de balón y en atacar a través del esférico, Busi se mueve como pez en el agua y se convierte en una pieza imprescindible para el equipo. Su colocación y capacidad de robar balones aportan al equipo multitud de nuevas oportunidades en ataque.
Sergio Busquets en un partido del Barça / EP
Pero, por otra parte, en los momentos de partido donde se decide jugar de manera mucho más vertical y con ataques más breves y veloces, el de Sabadell sufre, y mucho. Busquets no es un gran jugador a campo abierto, y al Barça le conviene en cada partido disponer de su mejor versión.
Pero la realidad es que esta temporada Valverde ha apostado por dar a Busquets un rol muy diferente al que ha tenido siempre en el club, obligado por el cambio en el estilo de juego del equipo.
Clave solo en los partidos donde se le necesita
Para lo bueno y también para lo malo, el conjuntó culé esta temporada es un equipo imprevisible. Un día es capaz de ofrecer un juego que hace rememorar a todos los aficionados culés la época de Xavi e Iniesta; y al día siguiente, es capaz de dejarse dominar por equipos presuntamente inferiores, como fue el caso del partido contra el Slavia.
Y este es precisamente el contexto que no necesita Busquets. Valverde ha optado esta temporada por dar un papel clave al centrocampista defensivo en los partidos donde el equipo lo necesita; en lugar de trabajar para conseguir una manera de jugar donde pueda ser siempre determinante en el equipo.
En este sentido, Busi solo ha jugado cuatro partidos completos esta temporada (en las victorias ante Valencia, Villarreal y Eibar; y en el empate en el campo del Osasuna). En otros seis, el catalán ha sido substituido antes del minuto 90, entre los que destacan los tres de Champions, partidos donde el Barça ha sufrido más y ha tenido que renunciar al balón y a su estilo de juego.
Valverde y Busquets en la llegada del equipo a Japón / EFE
Finalmente, el internacional español se ha quedado sin disputar ni un solo minuto en dos encuentros esta temporada. Sin duda, hay que destacar la valentía de Valverde al proporcionar menos minutos a uno de los jugadores clave del mejor Barça de la historia. Pero también hay que tener en cuenta que las decisiones valientes no son siempre las más beneficiosas para el equipo.
Por tanto, el técnico extremeño tendrá que determinar si realmente está satisfecho con el rendimiento del equipo en estos últimos meses y con el papel más residual de Busquets; o si apuesta por satisfacer el juego de Busi con un contexto que le beneficie y que le permita volver a ser el mejor mediocentro del mundo en cada partido.