Arturo Vidal se ha ganado, con creces, un sitio importante en la rotación de Ernesto Valverde. Su fichaje fue discutido en un primer momento por tener muy poco que ver con el ADN Barça, pero ha acabado logrando el apoyo de gran parte del barcelonismo a base de garra, entrega, sacrificio y goles. Cuando salta al verde, se deja todo lo que tiene y más.
El futbolista chileno ha cedido una entrevista al diario L'Équipe en la que ha explicado que aún recuerda la debacle de Anfield: "Todavía estoy en cólera. Es difícil de explicar qué pasó. Sin duda, fueron demasiados errores individuales e insuficiente concentración. El año pasado la Champions fue loca y no tuvo ninguna lógica, porque el fútbol es caprichoso".
Una foto de Arturo Vidal durante el partido ante el Sevilla / EFE
Asimismo, el ex de Juventus y Bayern de Múnich ha confesado que su "obsesión" es alzar "la Copa de Europa. Este año creo en ella, porque estoy en el mejor equipo del mundo y es el más fuerte físicamente para ir hasta el final a por todos los títulos. El talento te hace ganar el campeonato, pero el físico te ayuda a ganar la Champions".
Halagos a Messi
Arturo Vidal también alabó la figura del líder del FC Barcelona, Leo Messi: "Es la particularidad del equipo y lo cambia todo. Es un extraterrestre que juega con los humanos. Todos los que saben un poco de fútbol reconocen que es el mejor de la historia. En los entrenamientos aún es más terrible".
Tampoco faltaron elogios para un exazulgrana, Pep Guardiola, con quien coincidió en el Bayern de Múnich en la temporada 2015-16: "Me aportó mucho. Su manera de ver el fútbol, su pedagogía, su ciencia del juego de pases, que debe ser siempre simple y rápida".
Una foto de Leo Messi y Arturo Vidal durante un partido del Barça / Twitter
Por último, como curiosidad, el centrocampista chileno explicó que planea tatuarse la Champions (si la gana) debajo del ombligo. Confesó, además, que su cresta es "para dar miedo. Me la hice después del Mundial sub-20 en el 2007. Me recordaba a un jugador alemán con cresta (Ziege) que me gustó en el Mundial de 2002 por ser superagresivo y dar miedo al adversario. Quería hacer algo parecido".
No se puede negar que esa decisión fue acertada. Es innegable que Arturo Vidal tiene una imagen de futbolista duro sobre el terreno de juego, que se deja la piel y que no se arruga cuando va a por un balón. Aunque, claro está, no es algo que provoque su cresta, sino también su forma de moverse sobre el verde.