Tras dos temporadas des de que el Barça adquirió a Ousmane Dembelé por 125 millones de euros procedente del Borussia Dortmund; el jugador francés no ha conseguido todavía liberarse de todas las incógnitas que despertó su fichaje. Sus problemas extradeportivos y su falta de continuidad han comportado que no disponga todavía de la confianza total por parte del club. Pero parece que no es así en el caso de los aficionados.
Y es que, en el último partido contra el Sevilla en el Camp Nou, la grada culé coreó el nombre de varios cracks del equipo, entre los que se encontraba Dembelé. También fueron animados de forma efusiva Messi, Rakitic, De Jong y Ansu Fati, pese a no disputar ni un minuto en ese partido. Y esos ánimos parece que funcionaron para motivar al jugador galo, ya que fue protagonista al anotar un golazo para poner el 3-0 en el marcador.
Pero las buenas noticias no duraron mucho para el jugador francés, ya que, en los últimos minutos de partido, Dembelé fue expulsado por dirigirse a Mateu Lahoz con los siguientes términos: "Muy malo, eres muy malo". Una acción que le comportó una sanción de dos jornadas y le hará perderse el duelo clave contra el Real Madrid. Otra noche más con una de cal y otra de arena para el delantero.
Una montaña rusa constante
Y es que el resumen de la etapa que está viviendo Dembelé en el Barça es ese: una montaña rusa constante. Pese a que el ex del Dortmund ha demostrado en cuantiosas ocasiones que tiene condiciones y calidad de sobra para vestir la elástica azulgrana; la realidad es que su falta de compromiso, y también la mala suerte, no le han permitido demostrar todo su potencial.
En dos temporadas a las órdenes de Ernesto Valverde, el galo ha disputado un total de 69 partidos, donde ha podido anotar 19 goles y repartir 17 asistencias. Unos números nada malos manchados por sus problemas físicos. Se ha pasado la mitad de tiempo que lleva en el club lesionado. Y su historial incluye dos esguinces de tobillo y cinco lesiones musculares, de las que cuatro han afectado a su pierna izquierda, la misma de la que fue operado tras su primera lesión grave.
Dembelé tras la lesión en Balaídos / EFE
Además, también ha sido protagonista de algunos asuntos extradeportivos que marcaron su segundo año en el club culé. Entre las más llamativas, cuando en noviembre de 2018 no avisó al club de que no iba a ir a entrenar (por una gastroenteritis) y estuvo hora y media sin dar señales de vida; o cuando en agosto no acudió a unas pruebas médicas del club. Además, también fue criticado por llegar solo dos minutos antes al partido entre Barça y Betis. Un hecho que comentó el seleccionador francés Didier Deschamps cuando fue preguntado por ello, y afirmó que "tiene la costumbre de llegar tarde, conozco sus excusas".
Paso al frente esta temporada
Pero parece que los constantes rumores que anunciaban que Neymar llegaría al Barça este verano, y que Dembelé sería uno de los sacrificados en ese traspaso, han calado hondo en el jugador galo. Y es que, pese a empezar la temporada con problemas físicos en el muslo de su pierna izquierda, el delantero francés ha comenzado el curso con una actitud y unos ánimos muy diferentes.
Ya fue el primero en presentarse a entrenar en pretemporada, mucho antes que el resto de sus compañeros; y se encuentra dispuesto esta temporada a dar un paso al frente y demostrar a todos sus detractores que puede ser un jugador importante esta temporada. Y seguramente, sentir el calor del Camp Nou y de los aficionados culés será una de las claves para que Dembelé pueda demostrar que el Barça no se equivocó en su fichaje.