Aunque cada vez queda más lejos, la debacle de Anfield sigue doliendo en el seno del barcelonismo. Muchos aún no comprenden cómo pudo dejar escapar el FC Barcelona una eliminatoria que tenía atada después del 3-0 del Camp Nou. El 4-0 que le endosó el Liverpool en la vuelta, mérito de los reds aparte, fue fruto de un cúmulo de errores de los jugadores y también del técnico.
El fallo más grosero que cometió Valverde en el templo de los de Merseyside fue repetir exactamente el mismo once del partido de ida. En ese encuentro, pese al gran resultado que cosecharon los azulgranas, los de Klopp ya fueron superiores. En el Estadi se jugó a lo que quiso el Liverpool. El cuadro inglés impuso un ritmo endiablado, de ida y vuelta, con el que los catalanes no se sintieron nada cómodos.
Si el FC Barcelona ganó ese partido fue gracias a las brillantes actuaciones de Marc-André Ter Stegen y Leo Messi. Pese a lo engañoso del resultado, el Txingurri apostó por los mismos once en Anfield y las consecuencias fueron desastrosas. Los reds volvieron a dominar el encuentro y, a diferencia del partido de ida, tuvieron un alto porcentaje de acierto de cara a puerta y vapulearon a los azulgranas.
Mismo error
Valverde no aprendió la lección y esta última semana volvió a cometer el mismo error. En el duelo europeo frente al Inter de Milán las entradas de Arturo Vidal y en menor parte Dembelé cambiaron el encuentro. El FC Barcelona fue superior a los de Conte en la segunda mitad y pudo darle la vuelta al marcador gracias a los dos tantos de Luis Suárez.
Arturo Vidal celebra un gol frente al Inter de Milán / TWITTER
Visto el resultado, aunque el juego no fuera el más óptimo, el Txingurri repitió once cuatro días después contra el Sevilla (a excepción de Lenglet, sancionado; en su lugar entró Todibo). Griezmann y Busquets, que habían sido sustituidos durante el choque ante el conjunto italiano, se quedaron en el banquillo. Sus reemplazos el miércoles, Dembelé y Vidal, ocuparon su sitio.
Si bien es cierto que el FC Barcelona venció, el cuadro hispalense puso en aprietos a los azulgranas durante la primera media hora de encuentro. Los de Lopetegui fueron superiores y se podrían haber puesto por delante en el marcador de no ser por Luuk de Jong. El 4-0 final fue un resultado demasiado abultado para lo que propusieron ambos conjuntos. Valverde estuvo más cerca de lo que parece de pagar el mismo error.
Otras veces
No ha sido la primera vez esta temporada que el técnico extremeño repite once aunque el rival al que se enfrente sea diferente al anterior. En la primera jornada de Liga frente al Athletic alineó a los mismos que habían vapuleado al Nápoles unos días antes (4-0) en partido amistoso. A diferencia de lo que había sucedido en Miami, el FC Barcelona cayó merecidamente en San Mamés. Aquel caso es significativo porque Valverde apostó por Aleñá y Sergi Roberto en el centro del campo. Salió mal y el de Mataró no ha vuelto a jugar ni un minuto.
Una foto de Gerard Pique tras la derrota en San Mamés / FCB
El mismo error se repitió apenas dos semanas después. Frente a Osasuna, Valverde repitió alineación respecto al partido de la anterior jornada ante el Real Betis (5-2). A diferencia de lo que había sucedido en La Catedral, el Txingurri rectificó a tiempo y con las entradas de Ansu Fati y Arthur tras la reanudación salvó el empate (2-2).
Un partido jamás es igual al anterior. Apostar por el mismo once en dos partidos consecutivos únicamente porque en el primero de ellos el resultado fue bueno es peligroso. Fue uno de los pocos motivos de la debacle de Anfield y, lejos de corregirlo, Valverde da excesivos síntomas de no haber aprendido la lección.