Ivan Rakitic atraviesa su peor momento desde que llegó al FC Barcelona. En sus cinco primeras temporadas como futbolista azulgrana había sido imprescindible, tanto con Luis Enrique como con Ernesto Valverde. El Txingurri siempre lo había tenido como uno de sus intocables, pero este curso su situación ha cambiado radicalmente.
Era algo de lo que ya estaba advertido en verano. Ha sido el principal damnificado por la llegada de Frenkie de Jong. El centrocampista holandés se ha ganado la confianza de Ernesto Valverde y el ex del Sevilla ha quedado relegado a un segundo plano. Ahora tiene un rol diferente al que deberá adaptarse cuanto antes para ayudar al equipo.
Una foto de Suárez y Rakitic celebrando un gol / EFE
Ha pasado de protagonista a actor secundario. Ha participado en seis de los diez encuentros que ha jugado el FC Barcelona hasta la fecha, pero solo en uno formó parte del once titular. Ha disputado 186 minutos, una cifra que, comparada con sus registros en anteriores temporadas, es muy pobre. Ha pasado de ser imprescindible a ser el cuarto, quinto o sexto centrocampista del equipo dependiendo del partido.
Ovación
Y, más allá de sus constantes negativas a salir el pasado verano, el futbolista croata ha mantenido la compostura en todo momento y no ha protagonizado ninguna salida de tono. Evidentemente no está contento con su nuevo rol, pero es algo que está aceptando con discreción y sin dañar al club.
Rakitic con Valverde durante el partido frente al Sevilla / EFE
El pasado domingo, en el partido frente al Sevilla, el Camp Nou le reconoció tanto su comportamiento estos meses como todo lo que ha dado al club en el último lustro. Cuando salió a calentar la afición coreó su nombre. Y cuando entró al terreno de juego en sustitución de Arturo Vidal a falta de 20 minutos para que terminara el partido recibió una ovación atronadora.
Aunque el encuentro ya estaba decidido, el futbolista croata se vació sobre el verde. Se aplicó en defensa y se mostró muy certero con el balón en los pies. Incluso probó suerte con un disparo desde fuera del área que desvió la defensa sevillista. Trató de devolver la ovación a una afición que le reconoció todo lo que ha dado el Barça en temporadas anteriores.