Con el Sevilla en mente y un objetivo claro: ganar marcando. Leo Messi es el eje central del Barça, generador de juego y finalizador, pero las lesiones no han acompañado a un jugador que marca las diferencias. El capitán azulgrana arranca, combina y finaliza, pero este irregular inicio de temporada le ha condenado a una sequía goleadora inesperada y preocupante.
En total, lleva 134 días sin marcar un gol con la camiseta del Barça, una estadística difícil de entender para el máximo goleador de la historia del club y que tiene como único motivo las distintas ausencias que ha protagonizado en este inicio de curso.
Objetivo Lopetegui
El capitán azulgrana volverá a vestirse de corto este domingo ante el Sevilla. Un rival siempre difícil que visitará el Camp Nou --21 horas-- en un momento irregular del equipo, a nivel de juego, y que espera dar la sorpresa de la jornada. Julen Lopetegui ha dado otro aire al combinado andaluz y Messi quiere poner fin a las críticas con goles y juego ante uno de sus rivales predilectos.
Su olfato goleador se mantiene, pero la lesión que sufrió en pretemporada la ha alejado de los terrenos de juego un total de cinco jornadas del campeonato liguero. 450 minutos en los que no disputó ni un solo segundo y que han menguado su estadística goleadora.
Una foto de Leo Messi durante el partido contra el Inter de Milán / FCB
De hecho, la victoria en Champions League del pasado miércoles ante el Inter de Milán fue el primer encuentro que disputó completo el rosarino.
El último gol
134 días sin ver puerta, eso sí, con verano de por medio. Su último tanto con la elástica azulgrana se remonta a la final de la Copa del Rey de la pasada temporada, disputada en Sevilla el pasado 25 de mayo y que terminó con el trofeo en las vitrinas del conjunto valencianista.
Una sequía que no encuentra precedentes similares en temporadas anteriores. Para encontrar una estadística tan baja, hay que remontarse a la temporada 2006-07, cuando estuvo 146 días sin ver puerta, del 15 de octubre de 2006 al 10 de marzo de 2007. Unas cifras que también tuvieron el mismo causante; fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo. Una sequía que finalizó con su primer hat-trick como profesional en el Camp Nou ante el Real Madrid.
Ahora el Sevilla, es su objetivo inmediato. Un rival complicado pero que a Leo se le da especialmente bien. De hecho, los andaluces han recibido 36 goles en 37 partidos de las botas del argentino. Unas cifras que arrojan una media apabullante: un gol cada 61 minutos y que cuenta con el precedente del hat-trick de la temporada pasada en el Sánchez Pizjuán que culminó la remontada barcelonista.