Corren tiempos difíciles, o más polémicos que temporadas atrás, en Can Barça. El equipo gana, se tropieza de vez en cuando para avivar las dudas en el juego, pero en ninguno de los dos escenarios convence. Los azulgranas tienen mucho trabajo por hacer para recuperar su mejor versión en todas las líneas, especialmente en defensa, donde la fragilidad es más que alarmante.
El Inter de Milán aterrizó en el Camp Nou sin complejos. Consciente de su buen inicio de temporada y dispuesto a alargar su buena racha. Con las ideas claras y con un estilo de juego que Antonio Conte ya ha grabado a fuego en sus futbolistas en sus primeras semanas como técnico nerazzurro. Un mal despeje, una carrera y una definición perfecta fueron la carta de presentación de los italianos y lo poco que necesitaron para ponerse por delante del marcador en el minuto dos.
Y con el luminoso a favor, la presión de la Champions y un juego muy estático el Barça se alargó en una primera parte para olvidar. 45 minutos desperdiciados que cambiaron radicalmente en la segunda mitad.
Valverde, toma el mando
El Barça se organizó, aplicó una marcha más y encerró a los italianos en campo propio. Una presión asfixiante en la que fue determinante la figura de Arturo Vidal, uno de los héroes inesperados de la noche. Y en esa presión y ese nuevo planteamiento quien se llevó todo el crédito, con el permiso de los protagonista, fue Ernesto Valverde.
El Txingurri es un magnífico lector de partidos y una vez más confirmó esa teoría. Exigió a sus jugadores mayor implicación, una acció reacción tras perdida más rápida y explicó las armas de un Inter que pudo irse 0-3 al descanso pero que dejó vivo el partido para el bien de los azulgranas. Una realidad que el vestuario, en su eterno apoyo al técnico extremeño, argumentó públicamente.
Luis Suárez fue el primero en analizar, a pie de campo, el cambio de rumbo del partido: "Nos ha dicho que estuviéramos más ordenados a la hora de presionar. Para eso tenemos al entrenador, para que nos corrija esos errores y añadió: "Para algo también están los descansos, para corregir los errores que habíamos cometido en la primera parte". Dejó claro que el paso por el vestuario fue positivo.
Fue entonces turno de Arthur Melo. El mejor centrocampista del partido quien contó ante los micrófonos de Movistar el cambio de planteamiento del técnico: "El míster detectó muy bien lo que necesitábamos y nos lo dijo al descanso. Teníamos que mejorar en la presión y la entrada de Vidal nos ayudó en ese sentido. Él tiene unas características muy particulares y nos dio exactamente lo que necesitábamos", apuntó el brasileño.
Arturo Vidal celebra un gol frente al Inter de Milán / TWITTER
Un capote al técnico
Todos mandando un apoyo público total al técnico, que continúa cuestionado por algunos sectores de la afición, y que cerró Leo Messi en su aparición en zona mixta. El capitán azulgrana se mostró satisfecho de haber completado sus primeros 90 minutos de la temporada y analizó el encuentro: "Costó porque el Inter de Milán fue un grandísimo equipo, sobre todo en el primer tiempo, pero tras el descanso la presión fue mejor, más ordenada, estuvimos juntitos y con más cabeza empezamos a manejar el partido y a generar ocasiones", explicó.
Todos coincidieron en un aspecto: la presión. Esa que encerró a los italianos al borde de su área con un 5-3-2 por detrás del balón y que ideó Valverde en el descanso. Un planteamiento que hasta arrancó la sonrisa del técnico en el segundo gol del uruguayo. Victoria, crédito y el Camp Nou convertido en un fortín.