Ousmane Dembelé vuelve y esta vez el Ernesto Valverde, sus compañeros y el barcelonismo esperan que sea para quedarse. Mantenerse en la dinámica de grupo, en los terrenos de opciones y ser una opción de inicio o como suplente en el banquillo del Barça sea ha convertido en la prioridad.
Lejos quedan las exigencias habituales que tiene un delantero: marcar goles, asistir, desbordar... La situación con Dembelé es tan delicada que parece que muchos se conformen con estar disponible. Y es que su historial médico desde que llegó al Barça en el verano de 2017 --por 140 millones de euros-- es más que alarmante.
El francés entró en la convocatoria para medirse al Inter de Milán este miércoles en el Camp Nou en el primer encuentro de Champions League que se disputará en feudo azulgrana. El francés completó el entrenamiento con el resto del grupo y podría participar en el choque europeo. Una presencia que alivia a Valverde, pero que no hace olvidar su ausencia de última hora en Getafe. Una baja que agravó su historial médico desde que viste de azulgrana.
Ocho lesiones en dos años
24 meses y ocho lesiones del francés. Bien es cierto que su ausencia en el Coliseum Alfonso Pérez no contabiliza como una baja grave, pero sí se suma a la larga lista de partidos que Dembelé se ha perdido. Hasta Getafe, Dembelé ha estado 255 días de baja y se ausentado en 44 partidos oficiales. Sumado el del Getafe, 45. De hecho, hasta la salida de Rafinha el galo era el jugador con más problemas físicos de la plantilla azulgrana y todo ello teniendo en cuenta que las lesiones que asolaron al canterano azulgrana fueron de rodilla.
Las molestias en los isquiotibiales son la octava lesión del francés, pero su historial médico ha sido peor. Unas molestias que de las que recayó después de que en el debut liguero de esta temporada --su tercera como jugador azulgrana-- se lesionara en el bíceps femoral. Cinco semanas de baja y vuelta a empezar.
Sin continuidad
Antes de su lesión en San Mamés, el azulgrana estuvo en el punto de mira del club y se sondeó la posibilidad de darle salida rumbo al PSG. Regresó a los entrenamientos antes de tiempo en su voluntad de cambiar la dinámica en la que se ha instaurado involuntariamente, pero la ficha médica refleja una conclusión clara: es un jugador extremadamente frágil y por el que muchos ya han perdido la paciencia.
Esta será su tercera temporada como azulgrana, pero las dos primeros han estado marcadas por la polémica y las lesiones. Su primer año fue nefasto. Tres lesiones. La primera por problemas en el flexor de la cadera que le tuvo diez días de baja en septiembre. Obstáculo superado, dos semanas después llegó la peor lesión hasta ahora de su carrera. Cuatro meses de baja por una rotura en el bíceps femoral --los isquiotibiales de los que tanto sufre--, privaron al barcelonismo de disfrutar del fichaje del verano. Ocurrió a principios de temporada, en septiembre y se perdió gran parte de la primera vuelta en su primer año como azulgrana.
Dembelé tras la lesión en Balaídos / EFE
Ocurrió ante el Getafe en una jugada que, tal y como analizó posteriormente Valverde, quizás "en un jugador con mayor experiencia no hubiera ocurrido". Quiso salvar un balón de la línea de fondo y con un taconazo se rompió el tendón del bíceps femoral del muslo izquierdo co apenas 28 minutos de juego.
Tuvo que pasar por el quirófano y estuvo 106 días de baja en los que se perdió 20 partidos. Regresó a principios de enero, pero la mala fortuna volvió a cebarse con el francés. El 15 de enero cayó lesionado ante el Celta de Vigo por una rotura fibrilar del semitendinoso del muslo izquierdo, sin afectación de la cirugía del bíceps femoral", explicó el club por aquel entonces. Un nuevo varapalo para el francés que se perdió siete partidos.
Segunda temporada
Con una primera temporada para olvidar, el segundo curso tampoco mejoró. Se hizo con un puesto en el once y le comió la tostada a Philippe Coutinho, pero acabó regalándole el puesto con sus continuas ausencias. En su mejor momento, se lesionó ante el Leganés. En enero de 2019 se hizo un esguince de tobillo, esta vez fruto de la mala suerte, que le apartó de los terrenos de juego durante cinco partidos. Y en el momento más importante de la temporada volvió a caer.
Dembelé en la acción del gol frente al Olympique / EFE
Sufrió un desgarro muscular un mes después de recuperarse de su lesión de tobillo. Primero en el bíceps femoral de la pierna izquierda durante el partido ante el Olympique de Lyon. 26 día de baja para más tarde recaer ante el Celta en el minuto 1 de partido por lo que no pudo estar en la final de la Copa del Rey ante el Valencia y por la que estuvo 42 días de baja. De hecho, recibió el alta médica con la temporada finalizada.
La última fue la ya mencionada en San Mamés que volvió a alejarle del verde por molestias en Getafe. Este miércoles vuelve ante el Inter con los mismos miedos.