Sergi Roberto y el lateral. Esa historia de desamor constante que regresa temporada tras temporada pese a que este curso todo apuntaba a que el carril derecho azulgrana tenía dos candidatos de garantías. Nélson Semedo y Moussa Wagué, dos lateral de oficio, con unas cualidades físicas dignas del puesto y una proyección más que prometedora que, desafortunadamente, se han ido diluyendo en este inicio de temporada.
Wagué todavía no ha disputado ni un minuto en partido oficial y parece que su adaptación llevará más tiempo de lo esperado. Por contra, Semedo, quien tuvo buenas ofertas para abandonar el club en verano pero se negó a salir y reclamó mayor protagonismo para este curso, no está cumpliendo con las expectativas despositadas en él.
Su juego defensivo convence, pero todavía le queda mucho para ser el lateral derecho indiscutible de una banda que nunca ha vuelto a ser la misma desde que se fue Dani Alves.
Al banquillo
La sensación es evidente, pero se confirmó ante el Getafe. Sergi Roberto volvió al lateral y Valverde dio entrada a los peloteros --Busquets, Arthur y De Jong-- para medirse ante los azulones. Victoria, tres puntos, portería a cero y una banda más completa que con Semedo en el verde. El de Reus mantiene algunas de las carencias defensivas que ha arrastrado desde que Luis Enrique le puso en el lateral cuando era técnico azulgrana, pero su visión de juego, desparpajo ofensivo y técnica de centrocampista aportan otras virtudes a un equipo que está dispuesto a perder velocidad en defensa por posesión y ataque.
Una foto de Sergi Roberto durante un partido del Barça / FCB
La apuesta del club de devolver a Sergi Roberto a la medular se mantiene, pero deberá adaptarse a la situación. Semedo no convence. Esta será su tercera temporada de azulgrana y todavía mantiene las dudas. Pierde balones fácilmente en ataque, pese a que su velocidad y disciplina defensiva --que al final es a lo que se debe como lateral-- maquillen su falta de capacidad ofensiva. Todavía no tiene los automatismos claros. Ante el Villarreal dobló y encaró con seguridad, pero en Granada naufragó de forma preocupante. A su favor, tuvo la mala performance de Junior Firpo que eclipsó su mal partido con otro peor.
¿Descanso o advertencia?
Ante el Getafe, Valverde le sentó. Un toque de atención claro. Su competencia directa es Wagué, pero el extremeño tiene otras alternativas que podrían acabar con su predilección en el lateral. Sus quejas veraniegas no se corresponden con el rendimiento esperado en el verde. Disputó los últimos 15 minutos, con el partido casi resuelto. Entró por Griezmann y Sergi Roberto recuperó su posición en la medular, pero el equipo rindió sin él.