Junior Firpo está ante una oportunidad única. El carrilero fichó por el FC Barcelona con una complicada misión: reemplazar a Jordi Alba y tratar de arrebatarle la titularidad con el paso del tiempo. Un reto nada fácil teniendo en cuenta que el de l'Hospitalet ha sido pieza imprescindible de la columna vertebral azulgrana desde el año 2012.
Su momento llegó antes de lo esperado. El futbolista catalán sufrió una lesión en el bíceps femoral en el duelo contra el Borussia Dortmund y aupó a Junior a la titularidad. Valverde le ha dado confianza y ha encadenado tres titularidades consecutivas frente a Granada, Villarreal y Getafe. Tres encuentros en los que ha mostrado sus virtudes y defectos.
Siembra dudas
En Granada, en la que fue su primera aparición en un once del FC Barcelona, completó un partido para el olvido. El primer gol procedió de un error suyo, no se pudo recuperar anímicamente y fue sustituido en el 45'. Ante el Villarreal, en cambio, realizó un encuentro mucho más correcto, se incorporó al ataque con asiduidad y ofreció una mejora en cuanto a fiabilidad defensiva.
Junior Firpo en una acción del Barça - Getafe / EFE
Estas dos caras de Junior se volvieron a vislumbrar en Getafe. Su primera parte fue una calamidad. Estuvo muy inseguro con el balón en los pies y perdió más de una posesión que pudo costarle un disgusto al equipo. Sufrió con las acometidas de Jason y no pudo ofrecer continuidad al juego con balón del conjunto azulgrana.
Además, cometió muchas faltas: hasta seis en 45 minutos. Parecía tener una premisa clara: que no volviera a suceder lo que ocurrió en el primer gol del Granada una semana antes. Tras realizar un buen partido contra el Villarreal el martes, la primera parte de Junior Firpo en el Coliseum Alfonso Pérez volvía a sembrar muchas dudas. Parecía superado por la situación.
Reivindicación
Todo cambió en el minuto 49. Tras una de las primeras jugadas que el FC Barcelona lograba hilar en todo el encuentro, Carles Pérez disparó a puerta, David Soria no atinó a rechazar y Junior Firpo se aprovechó del error del guardameta para poner el segundo en el marcador. Evidenciaba así su facilidad para llegar al área contraria.
Junior Firpo celebrando el segundo gol del Barça / FC Barcelona
Con ese gol el rendimiento del ex del Betis mejoró de forma ostensible. Tanto defensiva como ofensivamente. Sin balón frenó en seco a Jason y Damián y estuvo muy contundente. Y cuando tuvo el esférico en los pies, a diferencia de la primera mitad, no le quemó. Salió con seguridad y apenas cometió errores. El tanto le dio la confianza necesaria para creérselo y reivindicarse.
Habrá que ver si su gran segunda mitad en el Coliseum Alfonso Pérez fue un espejismo o se convertirá en algo rutinario. Una vez más, Junior Firpo volvió a exhibir sus dos caras.