Queda un mes exacto para que el Barça y el Real Madrid vuelvan a verse las caras. Un mes con Liga y Champions de por medio que marcará el devenir y la importancia del choque según se den las jornadas. La situación podría variar, pero el Clásico no conoce de clasificaciones, sensaciones o jornadas previas. 

Hay que ganarlo sí o sí. El Barça recibirá en el Camp Nou al eterno rival en la jornada número diez. El 26 de octubre a las 13 horas se dará el pitido inicial al partido que detiene el planeta fútbol. Ese es el horario que ha elegido la Liga para un clásico que tiene como precedente en feudo azulgrana el 5-1 que cosecharon los catalanes la temporada pasada sin Messi en el verde. 

Un horario que no han elegido los operadores que emiten la competición. Javier Tebas ha sido el encargado de elegir el día y la hora. Una franja horaria extraña para un partidazo de este alcance pero que se repite en el tiempo. Dos temporadas atrás, los azulgranas visitaron el Santiago Bernabéu a las 13 horas en un encuentro que acabó 0-3 a favor de los azulgranas.

Internacionalización

Un horario que no suele gustar al aficionado español, pero que responde, evidentemente, a la voluntad de la Liga por internacionalizar el campeonato español especialmente en el mercado asiático. Es allí donde Tebas está centrando todos sus esfuerzos para captar al mayor número de seguidores. 

Las 13 horas, es un horario que beneficia al continente asiático. En china se podrá ver a las 19 horas y en Japón a las 20 horas, mientras que será en Sudamerica donde tendrán que madrugar para ver el choque entre eternos rivales. Se acabaron los clásicos por la noche para beneficiar a los teleoperadores y al espectador nacional. El crecimiento, y el beneficio económico, está en Asia y Tebas corresponde a ello.