Leo Messi volvió a encender las alarmas. Con el partido de cara, un 2-0 a favor que acomodó a los azulgranas y un juego de ritmo bajo pero suficiente. Al menos hasta que Leo se llevó la mano al aductor. Tras el tanto de Arthur --un golazo imparable--, Leo recibió en tres cuartos de campo, pero se le hizo de noche.
Nadie alertó al rosarino y Ontiveros le arrebató el esférico por detrás pisándole el talón. Messi abroncó a Sergi Roberto por no avisarle de que venía alguien por detrás. Se sentó, se puso bien la bota en el verde y, sin esperarlo, se acercó a la banda para ser atendido por Jordi Mesalles, el fisioterapeuta del Barça.
El Camp Nou enmudeció los minutos que Mesalles masajeó el muslo izquierdo del argentino mientras el equipo jugaba con diez. De nuevo, notó molestias en el aductor. Una zona que castigó al argentino en sus primeros años como profesional. De hecho, ha sufrido más de diez problemas musculares en el muslo y en los aductores. A estos se les debe sumar otras consecuencias de estos problemas como la famosa pubalgia.
Ya en la temporada 2005-06, se perdió 80 días de competición y 17 partidos de los culés con dos lesiones en pocos días. También estuvo fuera en el momento decisivo de la 2012-13, 34 días lesionado, cuando el Barça jugó contra el Bayern en Champions (7-0, total).
Sin riesgos
Como ocurrió ante el Valencia --partido en el que no fue convocado-- Ernesto Valverde no quiso arriesgar con el crack azulgrana. Si el sóleo fue motivo de peso para mantener al argentino fuera del verde, el aductor también fue una razón . Continuó los 15 minutos que quedaban de la primera parte, pero las molestias continuaron y que se quedó en el vestuario a la media parte pensando en los compromisos que vienen.
Jordi Mesalles masajea el muslo de Leo Messi / EFE
Su ausencia ante el Getafe está asegurada y es duda para recibir al Inter de Milán el próximo miércoles en el segundo partido de Champions. Una ausencia determinante y que se agudiza si se observan las cifras del argentino esta temporada. Ante el Villarreal fue titular por primera vez desde que empezó la temporada y apenas aguantó 45 minutos en el verde. En total suma 90 minutos en Liga y 121 en todas las competiciones en siete partidos.
Unas cifras preocupantes dada la influencia en el juego del argentino y la necesidad de que lidere al equipo en un momento tan delicado para el conjunto catalán. El Barça volverá a visitar el Coliseum sin su capitán y con una estadística a domicilio demoledora.