Ansu Fati es la mejor noticia del FC Barcelona en este inicio de temporada. A sus 16 años, se ha convertido en la gran revelación del fútbol mundial. Nadie sabe qué deparará el futuro, pero tiene todas las aptitudes para triunfar. Desparpajo, regate, velocidad, visión de juego, mucho gol... y una personalidad abrumadora.
Está dejando de ser una irrupción para estar cada vez más cerca de ser una confirmación. Cada vez que pisa el verde, el Barça cambia. Esto se volvió a plasmar en el duelo frente al Villarreal de este miércoles. El partido estaba sin ritmo, ninguno de los dos equipos podía romper la monotonía. Los visitantes no lograban penetrar la defensa azulgrana y los locales, por delante en el marcador, no tomaban riesgos.
Fati los tomó todos. Su juventud le impide pensar en conservar el resultado. Le bastaron 15 minutos para poner en pie al Camp Nou, que le recibió con una sonora ovación. Cada vez que recibía el balón miraba hacia la portería de Sergio Asenjo. Desequilibró y creó varias situaciones de peligro en apenas un cuarto de hora. Rubén Peña debe agradecer que entrara al verde en el 78' y no minutos antes.
Sienta a Luis Suárez
Valverde sorprendió con su cambio. No tanto por su entrada, sino por el futbolista al que sustituyó. Nada más y nada menos que Luis Suárez, uno de los pilares del FC Barcelona durante el pasado lustro. Al Txingurri no le tembló el pulso y a Ansu no le pudo la presión de saltar al terreno de juego reemplazando a uno de los mejores jugadores de la historia reciente del club.
Ansu Fati supera a Rubén Peña / EFE
A decir verdad, el delantero uruguayo se ganó a pulso la sustitución. Cuajó un partido muy discreto. Erró pases sencillos, desbarató jugadas de peligro y no realizó ningún disparo a puerta. En 15 minutos Ansu puso en más aprietos a la defensa del submarino de lo que lo había hecho el 'charrúa' en los primeros 78.
Eclipsa a Griezmann
Cuando el delantero hispano-bisauguineano entró, el resto del equipo quedó en un segundo plano. Él se llevó todo el protagonismo. Eclipsó incluso a Griezmann, el fichaje estrella del pasado verano. El delantero francés, a diferencia de lo que ocurrió en Los Cármenes, completó un buen partido frente al Villarreal.
Una foto de Griezmann celebrando su gol al Villarreal / EFE
Abrió la lata al rematar un saque de esquina, participó más en el juego del equipo y tuvo más trascendencia en el encuentro. Esta vez sí, aunque partió desde la banda izquierda, cayó al centro del ataque en numerosas jugadas. Pero fue saltar Fati al terreno de juego y el ex del Atlético de Madrid desapareció.
Dembelé, agotado
Una de las buenas noticias del partido fue la reaparición de Ousmane Dembelé. Entró tras la reanudación sustituyendo al lesionado Leo Messi y en los primeros minutos dejó detalles de gran calidad. Llegó hasta línea de fondo en un par de ocasiones y sirvió dos muy buenos centros que Griezmann primero y Luis Suárez después no atinaron a rematar.
Con el paso de los minutos, el extremo francés se fue apagando debido a la falta de ritmo competitivo, pues cabe recordar que no disputaba un encuentro desde el pasado 16 de agosto en San Mamés. La entrada de Fati y su ritmo endiablado lo terminó de agotar. Ansu arrasó con todo y con todos. Y en solo 15 minutos.