Ernesto Valverde está en el punto de mira. Los resultados del Barça dejan mucho que desear y si se sigue pinchando como hasta ahora, podría pagar los platos rotos. No es el único culpable, pero es la víctima fácil. Ya se salvó de la debacle de Anfield y de Roma pero no se puede confiar.
El extremeño es un gran gestor de egos y sabe como sacar el máximo rendimiento de sus jugadores. Así lo dice las dos ligas conseguidas en dos años. En Champions la cosa no ha ido tan bien. Parece que los jugadores ya no lo respetan como antes y hacen lo que quieren dentro del vestuario.
¿Quién manda en el vestuario?
El vestuario del Barça es el activo más potente de la entidad y, en numerosas ocasiones, quien toma las decisiones. De ellos salió el gran interés por Neymar y no es la primera vez que se hace lo que piden. Como no podía ser de otra manera; Messi, Suárez, Piqué, Busquets y Alba son los hombres que por veteranía más peso tienen en la toma de decisiones.
Valverde, Messi, Suárez y Piqué en un entrenamiento del Barça / EFE
El propio Gerard reconoció en el último parón de selecciones que hace una temporada, en agosto, se fue a Estados Unidos a pocos días de disputar la Supercopa de España en Tánger a pesar de no tener el permiso del míster. Desobedeció, fue titular y marcó. Más allá de la anécdota, la falta de disciplina es evidente.
Otro de los motivos que llaman la atención es la gran cantidad de días libres de los que gozan los culés. La segunda semana de la pasada jornada de selecciones apenas entrenaron tres días, dos solamente con los internacionales. Se ganó contra el Valencia (5-2).
Muchas vacaciones
Los jugadores culés tienen mucho poder en el club, es evidente. Y sus salidas de tono ya son habituales. Tras el empate contra el Osasuna (2-2), Piqué volvió a Estados Unidos para presentar su Copa Davis. El catalán reconoció que piensa todo el día en el tenis y sus proyectos. Quizás debería dedicarle un poco de tiempo al fútbol.
Gerard Piqué, en un acto de la Copa Davis / EFE
Otro experto en escapadas es Luis Suárez. Tras un debut decepcionante en San Mamés -y con una lesión muy reciente- se fue a Marruecos. Ousmane Dembelé lo hizo a Francia, su país. La actitud de los jugadores deja mucho que desear, ya no rinden sobre el verde. El talento lo tienen, pero falta el trabajo y el esfuerzo.
Algunos ya especulan que los jugadores le hacen la cama a Ernesto Valverde pero la verdad es que más allá de los rumores, no lo respetan como es debido. La plantilla conoce su poder y lo aprovecha a su favor cuando les es necesario. El Barça no va por buen rumbo, se debe cambiar la situación cuanto antes o será demasiado tarde.