El Nuevo Los Cármenes volvió a hundir al barcelonismo y evidenció de nuevo las carencias de un equipo que no se encuentra ni se reconoce fuera de la protección que le otorga, al menos de momento, el calor del Camp Nou. El Barça cayó estrepitosamente ante el recién ascendido y confirmó las dudas que genera el conjunto catalán a domicilio.
Desde que empezó la temporada no conocen la victoria lejos de la capital catalana. Dos derrotas y un empate que han dejado por el camino ocho puntos que les mantienen ahora octavos con siete puntos en la clasificación y que ponen en vilo a un equipo que no puede fallar en las próximas jornadas y que tiene por delante un calendario más que exigente.
Por contra, dos goleadas en casa ante rivales de entidad --Betis y Valencia-- y un fútbol exquisito para gustar a su afición. Este martes, regresan al Camp Nou para medirse al Villarreal con la obligación de ganar en casa antes de viajar al complicado Coliseum Alfonso Pérez, el hogar del Getafe.
La estadística
Y con muchas dudas, pero con el tridente ofensivo preparado y el regreso de Dembelé, el Barça tiene una oportunidad de rehacerse ante su público. Las cifras a domicilio son devastadoras y el último precedente de unos resultados tan malos se remonta a la temporada 2012-13 cuando Tito Vilanova dirigía al equipo.
Ocurrió primero ante el Milán en Champions League. Derrota por 2-0 que se alargó durante tres jornadas más. Los azulgranas también perdieron el clásico en el Santiago Bernabéu (2-1), empataron la siguiente jornada contra el Celta en Balaídos (2-2) y empató en el Parque de los Príncipes (2-2). Ahora, la estadística es distinta. Derrota en San Mamés (1-0), empate en El Sadar (2-2), empate en Dortmund (0-0) y derrota ante el Granada (2-0).
Los jugadores del Granada reclamando un penalti / EFE
Cuatro encuentros consecutivos sin conocer la victoria que se repiten siete años después bajo las órdenes de Ernesto Valverde. Villarreal es la primera prueba de fuego, pero se tiene que poner fin a la racha en Getafe.