Como ha sucedido en los últimos partidos del FC Barcelona fuera de casa, en el Nuevo Los Cármenes se jugó a lo que el Granada quiso. Los de Diego Martínez impusieron su sistema de juego desde el primer momento y pusieron contra las cuerdas a los pupilos de Ernesto Valverde, que firmaron la segunda derrota en Liga en tan solo cinco encuentros.
El cuadro nazarí se puso por delante en el marcador en el 1' tras un error flagrante de Junior Firpo. Con ventaja en el electrónico, el principal objetivo de los locales fue obstaculizar el juego de los catalanes. Presión muy alta, faltas en las pocas jugadas que la velocidad del balón aceleraba y muchas interrupciones.
Los jugadores del Granada celebran su primer gol contra el Barça / EFE
El Granada trabó el encuentro y le impidió al FC Barcelona tener continuidad. El conjunto andaluz ejecutó su plan a la perfección, ni tan siquiera sufrió contra el vigente campeón, logró los tres puntos y se encaramó al primer puesto de la tabla. Para ejecutar su plan, Diego Martínez contó con la inestimable colaboración de Roberto Soldado y el colegiado Cuadra Fernández.
Torturó a Piqué
El delantero ha vuelto este curso a la Liga tras un par de temporadas en el Fenerbahçe. Es un futbolista bregador y listo que sabe dónde y cuándo puede hacer las faltas. Frente al FC Barcelona fue el primer jugador que presionó y logró cortocircuitar el juego azulgrana. En más de una jugada se pasó de frenada.
En la primera mitad le hizo la vida imposible a Gerard Piqué. Cometió una falta tras otra pero en ningún momento vio la tarjeta amarilla. De hecho el que fue amonestado fue el central catalán, al que Soldado fue sacando de sus casillas poco a poco. El delantero se marchó al túnel de vestuarios con la sensación del deber hecho y sin cartulina que le amenazase con una posible expulsión.
Roberto Soldado instantes antes de dar un rodillazo a Ter Stegen / EFE
Tras la reanudación, viendo que en los primeros 45 minutos había contado con la permisividad de Cuadra Fernández, siguió la hoja de ruta. Nada más empezar la segunda parte clavó sus tacos en el abdomen de Piqué. Entonces sí fue amonestado, aunque podría haber sido expulsado perfectamente. El VAR no dijo nada. Cinco minutos después, nueva acción antideportiva que debería haberle costado la segunda cartulina: dio un rodillazo a Ter Stegen cuando este tenía el balón blocado y no tenía ninguna opción de llegar al esférico. Nada.
Soldado estaba fuera de sí y estaba siendo bastante más agresivo de lo que le había pedido su entrenador. Viendo la situación, el técnico Diego Martínez lo sacó del verde en el 57' por miedo a que a Cuadra Fernández se le acabara la paciencia y echara a su futbolista. El Granada perdió agresividad. Pero ante un Barça inocente como el de esta temporada, tampoco la necesitaba.