Barça-Valencia: las armas y precedentes de una rivalidad letal

El Valencia está viviendo unos días muy movidos en el área deportiva. Este miércoles Peter Lim, propietario del club, despidió a Marcelino García Toral. Minutos más tarde se hacía oficial el fichaje de Albert Celades como nuevo entrenador.

La decisión cogió a contrapié a todos los aficionados valencianistas y a los miembros de la plantilla, que no dudaron en poner el grito al cielo con esta situación. Todo este vendaval pasó días antes de visitar el Camp Nou, una de las salidas más difíciles y con un equipo que necesita puntos.

Una foto de Marcelino, exentrenador del Valencia C.F / Twitter

Una foto de Marcelino, exentrenador del Valencia C.F / Twitter

Parecía que el entrenador che -ya destituido- había encontrado la tecla para superar al Barça. En las últimos tres salidos sumaron dos empates -a uno en Mestalla y a dos en el Camp Nou- y una victoria en la final de la Copa del Rey. Rodrigo Moreno y Gameiro dieron el título a los del Turia.

Un equipo nada fácil

El Valencia quedó cuarto clasificado el curso pasado en la Liga haciendo un juego poco vistoso pero muy efectivo. Solo firmaron siete derrotas: cuatro más que el Barça, una que el Atlético de Madrid y cinco menos que el Real Madrid. Su gran problema fueron los empates (16), el equipo que firmó más tablas de Primera División.

Rodrigo y Gameiro celebrando un gol contra el Valencia / EFE

Rodrigo y Gameiro celebrando un gol contra el Valencia / EFE

Desde que Ernesto Valverde cogió las riendas del equipo culé sus números contra los ches no son para tirar cohetes. Se enfrentaron hasta siete veces -entre Copa del Rey y la Liga- y confirman que son un rival duro de roer: tres empates, una derrota y tres victorias (dos en casa y una en Mestalla).

Las armas más peligrosas

Celades contará con toda la plantilla a excepción de dos jugadores: Carles Soler, lesionado en el tobillo, y Piccini, lesionado de la rodilla de larga duración. Todos los otros jugadores están a disposición del técnico. El Barça cuenta, en cambio, con muchas bajas: Leo Messi, Neto Murara y Ousmane Dembelé con las dudas de Samuel Umtiti, Nelson Semedo, Junior Firpo y Luis Suárez.

Las armas ofensivas más peligrosas del Valencia son las mismas que las del curso pasado. Apenas llegaron jugadores importantes, una de las peticiones de Marcelino que le costó la cabeza. Rodrigo Moreno es el principal argumento ofensivo del equipo. Estuvo muy cerca de salir al Atlético de Madrid pero, finalmente, no se llegó a un acuerdo.

Los futbolistas del Valencia celebran el gol de Rodrigo / EFE

Los futbolistas del Valencia celebran el gol de Rodrigo / EFE

El delantero español llega a la cita tras brillar con la selección española ante las Islas Feroe (4-0), donde marcó dos tantos. Se entiende muy bien con Kevin Gameiro, que apunta a titular. Dos puntas muy móviles que pueden descolocar a la defensa culé. En el último precedente ya demostró de lo que son capaces: ambos marcaron y se llevaron la Copa del Rey. En el banquillo -salvo sorpresa- esperará su turno Maxi Gómez, un perfil más rematador.

También cabe destacar las bandas, especialmente la izquierda con Gonçalo Guedes y José Luis Gayà. Son muy verticales y los grandes generadores de ocasiones. A eso cabe sumarle que el Barça aún no tiene controlada la posición del lateral derecho donde se podría llegar a sufrir, y mucho.

Gayà, Guedes y Santi Mina en un partido del Valencia el curso pasado / EFE

Gayà, Guedes y Santi Mina en un partido del Valencia el curso pasado / EFE

Otra de las claves del partido estará en el centro del campo. A Parejo -capitán indiscutible del equipo- le pueden acompañar Kondogbia o Coquelin, más defensivos. El español es el termómetro del equipo y el organizador del juego. Si se le ata de cerca, se reducen mucho las posibilidades de los che. También es el encargado de lanzar las faltas y los penaltis.

Aunque la situación del Valencia puede ser ideal para conseguir los tres puntos, su planteamiento no es nada fácil para los culés. No se sienten incómodos sin posesión y los contraataques son su arma principal, algo que los de Valverde tienen dificultades de controlar.