A finales de la pasada semana se dio a conocer la cláusula libertaria de Leo Messi. El jugador es libre de decidir su futuro al finalizar la temporada. Así lo reconocieron Josep Maria Bartomeu y Gerard Piqué. Por ese motivo el Barça se plantea renovar al 10 de por vida y darle una salida como se merece del club.
Los azulgranas son conscientes del cariño y respeto que despiertan sus jugadores y siempre se ha tratado de darles una salida agradeciendo los servicios prestados al club. El último en hacerlo fue Andrés Iniesta, que anunció durante el mes de abril de 2018 que en verano se iría del club.
Homenaje a Andrés Iniesta en el Camp Nou / EFE
A partir de ese momento se iniciaron un seguido de homenajes constantes al jugador por parte de la afición y del propio club. El último partido de esa temporada, contra la Real Sociedad, se hizo una fiesta en el Camp Nou agradeciendo los cursos de mítico centrocampista recordando que sería "eterno".
Otras salidas emotivas
En 2015 se finalizó la vinculación del Barça con Xavi Hernández. El jugador puso fin a once temporadas en el primer equipo con un triplete bajo el brazo. También en la última jornada liguera recibió la ovación de todos los aficionados y un espectacular musaico de “6racias Xavi”.
Aunque el club quería seguir contando con él, no era un indiscutible para Luis Enrique. "Cuando todos habláis de equipo de gala, yo ya no aparecía allí, y eso ha sido un hándicap para mí. Me ha costado asumirlo, pero he tirado de humildad para seguir trabajando y pensar únicamente en el colectivo”, explicó en rueda de prensa.
Tanto en este caso como el de Andrés Iniesta y Messi, el Barça mantuvo esta cláusula libertaria para que las figuras del club decidieran su futuro al terminar la temporada. Así lo reconoció Gerard Piqué en Nueva York, es una práctica habitual en la entidad para agradecer los servicios prestados.
Más triste fue la despedida de Carles Puyol. El capitán del equipo se veía obligado a dejar el equipo en 2014 debido a los problemas con su rodilla derecha. Al central le pasaron factura las 38 lesiones a lo largo de su carrera profesional y no pudo cumplir el contrato que lo vinculaba hasta 2016. Ahora se trabaja para que vuelva a la entidad como director deportivo, funciones que ejercía Pep Segura.
Salidas polémicas
Mientras las salidas de Puyol, Xavi e Iniesta fueron ejemplares, más dudas generó la de Víctor Valdés. En marzo de 2014, sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha contra el Celta de Vigo. Tras seis meses alejado de los focos -en Ausburgo- no renovó su contrato tal y como se había anunciado.
Víctor Valdés en el momento de su lesión / Twitter
Cinco años después, el portero reconoció que “no fue la salida deseada, porque seguramente se esperaba más de mi”, pero también añadió que “después de una lesión la gente te trata como un lisiado y te aparta porque consideran que ya no vales”. Ahora, es el entrenador del Juvenil A.
La salida de Dani Alves en 2016 tampoco fue modélica, así lo deseó el jugador. Tras ocho temporadas en el Camp Nou decidió salir en busca de nuevas aventuras sin grandes reconocimeintos. Aunque el jugador tenía contrato vigente, el club permitió que saliera gratis a final de temporada. Robert Martínez, secretario técnico, reconoció que “quería salir libre. En una negociación no siempre se gana”.
Tarea pendiente en el Bernabéu
Mientras el Barça da el adiós a sus mitos como se merecen, en el Real Madrid es una tarea aún pendiente. Recientemente salieron Keylor Navas -campeón de las últimas tres Champions- y Cristiano Ronaldo con más pena que gloria. El costarricense se despidió tímidamente en un amistoso antes de entrar en un trueque por Areola.
Ronaldo y Navas celebrando una victoria / EFE
Tampoco se despidió el mejor delantero de la historia reciente del Madrid, CR7. El luso salió dirección a la Juventus de Turín -por 100 millones de euros- tras levantar la copa europea. Nunca dijo adiós al Santiago Bernabéu, los aficionados blancos todavía esperan explicaciones. “No es fácil salir del Real Madrid y de la manera como lo hice”, explicó recientemente.
Más culebrón fue la salida de Iker Casillas -en 2015-, ídolo merengue. El “santo” fue discutido por la afición por culpa de José Mourinho, que lo sentó al banquillo y puso a Diego López. Con Ancelotti el debate tampoco despareció y fue combinando lesiones, suplencias y titularidades. Tiene la espina de no despedirse del que fue su público, pero reconoce que “estar muy expuestos a las críticas y a la opinión pública acabó ayudándome a decidir”.
Casillas y Mourinho en un entrenamiento del Real Madrid / EFE
También el entrenador portugués fue el causante de la salida de Raúl González en 2010. Con su llegada, decidió abandonar el Real Madrid tras la propuesta del club de seguir como jugador o ocupar algún cargo deportivo fuera la plantilla. Se fue al Schalke 04 por la puerta de atrás. “Creíamos que era un error tener un jugador de su categoría sin jugar”, reconoció Ginés Carvajal, representante de futbolista. Ahora, como Valdés, es entrenador de los juveniles.