No hay marcha atrás y su posible fichaje lo marcará su rendimiento y la viabilidad deportiva y económica del Barça en unos años, pero Matthijs de Ligt continúa muy presente en el barcelonismo. Su no fichaje, frustrado pese a las constantes negociaciones con su representante Mino Raiola, supuso un varapalo para la dirección deportiva que contaba con reforzar la zaga azulgrana con un central de primer nivel y de una proyección espectacular.
Uno de los descubrimientos de la pasada campaña que finalmente eligió la Juventus de Turín para seguir creciendo lejos de Ámsterdam. Pese al acuerdo con el Ajax y el alicinte de tener a su íntimo amigo De Jong en el Camp Nou, la elección final del central fue el Calcio italiano. Una fichaje que justificó por el buen fútbol defensivo que practican los italianos y otras cuestiones no deportivas.
Pese a sus explicaciones públicas, donde también valoró la presencia de Gerard Piqué en el club como un obstáculo, muchos aficionados le tildaron de pesetero y de anteponer sus intereses económicos y los de su agente a los deportivos. Una situación que generó un sinfín de críticas en tertulias y redes sociales.
Un inicio complicado
Con la aparente titularidad asegurada, su inicio como bianconnero tampoco ha sido fácil. El holandés estuvo relegado al banquillo desde que se inició el campeonato liguero y hasta que Chiellini se lesionó de gravedad. El capitano de la Vecchia Signora estará de baja seis meses por una rotura del ligamento cruzado, una baja que ha abierto las puertas de la titularidad al holandés.
Y con el foco mediático encima, sus errores han protagonizado las burlas de los culés más rencorosos. Pero la realidad es otra muy distinta en Turín. La Juventus tiene una de las plantillas más competitivas de Europa y en defensa cuenta con tres centrales de primerísimo nivel. Dos centrales reconocidos mundialmente y con experiencia --Chiellini lesionado y Bonucci- y De Ligt como apuesta de futuro.
Mirando en casa
En el Camp Nou, por contra, Piqué es el único zaguero con experiencia y que de momento mantiene un buen nivel, pero poco más. Lenglet le ha comido la tostada a Samuel Umtiti con un rendimiento excepcional, pero tiene carencias evidentes. Falto de velocidad y dubitativo en algunas acciones, muchos creen que no es un central titular para el Barça pese a su buen rendimiento la pasada campaña.
Pero el drama no está en el equipo titular, sino en un banquillo que genera muchas dudas. El francés no es el mismo desde que se lesionó la temporada pasada, apenas cuenta para Valverde y desde el club, pese a su intención de seguir, muchos defienden una futura venta.
Samuel Umtiti, con Ousmane Dembelé, Griezmann y Lenglet en un entrenamiento del FC Barcelona / EFE
Por último Valverde cuenta con Todibo. Otro proyecto de futuro sin minutos para mejorar dada la presencia de Piqué. Una gran diferencia respecto a la zaga bianconnera que el Barça deberá resolver en los próximos mercados o encontrar en La Masía.
Las comparaciones son odiosas, pero en este caso escuecen. Incluso Josep Maria Bartomeu reconoció en su última entrevista pública en Barça TV el deseo del club de fichar al holandés este pasado verano, pero remarcó que fue una decisión del jugador. La conclusión con o sin De Ligt, es que la línea defensiva todavía genera dudas, pero no podrá flaquear, especialmente en Europa.