Arsene Wenger, exentrenador del Arsenal y un mito del club londinense, dirigió al conjunto inglés durante 22 temporadas en la época más gloriosa del club. Una leyenda que abandonó el banquillo en 2018 que ahora ocupa Unai Émery. En su dilatada carrera, Wenger conquistó tres Premier League como gunner, siete FA Cups y siete Community Shield, entre otros reconocimientos individuales como mejor técnico francés del año en 2008.
Pero entre sus logros deportivos, el técnico galo confesó en una entrevista en beIN Sports, uno de sus mayores errores como entrenador. No fue ni un partido, ni una derrota, --pese a la final que perdió ante el Barça en Roma en Champions League--, ni tampoco un planteamiento, sino un fichaje.
Wenger habló de su carrera en el Arsenal, y de algunos fichajes acometidos por el club inglés cuando era uno de los equipos punteros de Inglaterra. Y sin esperarlo, salió el nombre del intocable: Leo Messi.
A tiro
El exentrenador explicó que años atrás, el astro argentino pudo haberse convertido en jugador del Arsenal, pero que desestimó su fichaje. Reconoció que cuando le vio debutar se sorprendió de su nivel, pero que tras contactar con él, no se ahondó en un posible traspaso.
Leo Messi celebrando un gol con el Barça / EFE
Como otros entrenadores, Wenger vio potencial en el 10 azulgrana, pero no precedió el que años más tarde ha demostrado y demuestra. En 2003, fichó a uno de los mejores amigos del argentino, Cesc Fàbregas, y mientras se conversó con el catalán también se hizo con el entorno del argentino. Pero pese a las buenas relaciones entre ambos clubs, Messi se quedó en Barcelona. Una decisión que confesó que todavía le persigue: "En la vida hay que vivir con remordimientos, con negocios fallidos y uno de ellos fue Messi. Cuando en 2003 fichamos a Cesc Fàbregas, tuvimos conversaciones con Leo Messi. En aquella epoca, que estábamos al nivel del Barcelona. Piqué y Fàbregas vinieron a Inglaterra, pero Messi se quedó en España". Una decisión que marcó el club y el entorno del argentino, pese a que muchos veían una cesión como una apuesta de futuro.
Pese a tener esa opción sobre la mesa, Wenger descartó su fichaje: "Es cierto que estábamos interesados en él, pero ahora ya es un jugador intocable". Una decisión de la que se sinceró y de la que reconoció su arrepentimiento y, seguramente, para el de los fans ingleses.