Frenkie de Jong enamoro al barcelonismo casi a primera vista la temporada pasada. A la afición culé y a más de media Europa cuando todos los grandes del continente se interesaron por su fichaje. Fue, junto a su excompañero y amigo Matthijs de Ligt, una de las revelaciones de la pasada campaña que finalmente terminó de azulgrana.
Su idilio con el Barça también empezó antes. Eliminó al Real Madrid en Champions League. En el Santiago Bernabéu, con remontada incluida y con una masterclass a jugadores mundialmente contrastados. Incluso sentó al actual Balón de Oro, Luka Modric. Con el inicio de esta temporada, De Jong ha mantenido las expectativas puestas en él, pero los resultados y las sensaciones evidencian algunas diferencias del juego que lideraba en el Ajax.
Dejando a un lado las diferencias entre ambos equipos, pese a que compartan filosofías casi idénticas, De Jong jugaba como pivote defensivo y organizador del juego en Ámsterdam, mientras que Valverde le ha acomodado --y consecuentemente a otros en el banquillo-- como interior en la medular azulgrana. Una posición en la que también se desarrolla notablemente, pero no es en la que se siente más a gusto.
El salto definitivo
De Jong tiene que adaptarse no al juego, sino a una competición distinta. El ADN ya lo lleva de serie, pero es evidente que la posición que hoy por hoy ocupa Sergio Busquets favorece sus cualidades físicas y técnicas. Como interior ha rendido, pero no en su mejor versión. Prueba irrefutable de ello son los partidos que hasta ahora ha disputado el Barça.
El holandés salió de inicio en San Mamés para ocupar la posición de 5 junto a Sergi Roberto y Aleñá, y pese a la derrota azulgrana, brilló con luz propia. Tal y como ocurrió en el amistoso de pretemproada ante el Nápoles. Frente al Betis y el Osasuna, ocupó uno de los carriles de la medular, con Busquets de pivote, pero sin tanta incidencia en el juego.
Todavía es pronto para sacar conclusiones, pero su rendimiento puede ser mayor. Incluso él mismo reconoció en la Gala del Fútbol holandés, donde fue galardonado con el premio Johan Cruyff a talento del año, algunas carencias en su juego: "Soy nuevo en el equipo y he sido titular en los tres partidos de Liga pese a que tenemos muchos jugadores en la misma posición. Pero creo que puedo jugar mejor de lo que lo he hecho hasta ahora".
Por ahora, para De Jong la prioridad es mantener su sitio en el once inicial. No le importa la posición y es consciente de que su versatilidad da más opciones a Valverde en el esquema táctico del equipo, pero el tiempo acabará decantando la balanza. Y quizás, quien sabe, si Busquets no mantiene el nivel actual, le acabará sentando.