El Barça cerró el mercado de fichajes este lunes con la única salida de Rafinha Alcántara dirección al Celta de Vigo. Una de las noticias destacables era que Ivan Rakitic se queda un curso más en Barcelona. El jugador consiguió su objetivo de seguir en el equipo.
El croata sonó durante muchos meses para reforzar el PSG entrando en la operación Neymar Junior. Finalmente, las negociaciones se rompieron por completo y el club descartó esa vía. También estuvo en órbita de la Juventus de Turín, que llego a ofrecer a Bernardheschi o Emre Can, dos jugadores que no interesan a los azulgranas.
Rakitic, en un entrenamiento del Barça en la Ciutat Esportiva Joan Gamper / FC Barcelona
Tras un final de mercado apasionante, pero sin grandes noticias en clave culé, Rakitic seguirá siendo uno más de la primera plantilla y volverá a contar para Ernesto Valverde. El entrenador lo dejó en le banquillo los dos últimos partidos ligueros -contra el Real Betis y Osasuna- sin darle ni un minuto.
Problema deportivo
A sus 31 años todo apunta que el croata volverá a ser clave para el Txingurri. En los primeros partidos el equipo técnico buscó alternativas al centro del campo y ninguna brilló. Se cuenta con un overbooking de centrocampistas y el 4 tiene todos los números de recuperar la titularidad.
Este hecho provoca que se le corten las alas a otros jugadores que esperaban tener minutos en la medular este curso. Carles Aleñá, Sergi Roberto, Arthur, Arturo Vidal o el propio Sergio Busquets podrían salir malparados. Parece que el único que será intocable en la media será el recién llegado Frenkie de Jong.
Rakitic y Rafinha luchando un balón en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona
Aleñá ya se quedó en la grada en los dos últimos partidos ligueros y el de Reus, aunque le prometieron un sitio en el centro del campo, volvió en el lateral contra Osasuna. Todo eso deja una situación ideal para que uno de los jugadores más usados por Valverde desde que llegó al Barça vuelva a ser clave.
Un golpe económico
Económicamente, que se quede Rakitic es desaprovechar una oportunidad de lujo de generar ingresos. A sus 31 años, tiene un gran valor en el mercado de fichajes y su buena temporada pasada habría ayudado a sacar un buen precio de traspaso.
La verdad es que el Barça pedía alrededor de 50 millones de euros, una cifra que nadie estaba dispuesto a abonar. Si no se vendió el curso pasado ni este, será muy difícil hacerlo en un futuro por un precio interesante. Al club le pasó por delante una oportunidad de generar ingresos y facilitar el trabajo del técnico.