El Barça genera dudas y no es para menos. El inicio en el campeonato liguero ha sido desilusionante, emocionante y decepcionante. Tres adjetivos para tres partidos en los que el equipo mostró estilos de juego distintos y resultados más preocupantes que esperanzadores.

Una derrota in extremis, una victoria aplastante y un empate por falta de contundencia ofensiva y también defensiva. En tres escenarios distintos y con bajas muy sonadas en ataque, la medular fue la segunda línea en la que más cambios se produjeron. Las lesiones de Messi, Suárez y Dembelé han obligado a Ernesto Valverde a idear un tridente alternativo --aunque cumplidor-- pero el overbooking de centrocampistas ha permitido al Txingurri experimentar con nuevas alternativas en las que todas han tenido un mismo protagonista: Frenkie de Jong. 

Hasta la fecha el holandés ha sido una de las mejores noticias para la afición culé, especialmente en su primer partido oficial donde deslumbró como pivote defensivo ocupando la posición de Sergio Busquets. El holandés sustituyó a la perfección al de Badia, aunque en su regreso, primero ante el Villarreal y después ante el Osasuna como titular, volvió a mostrar su mejor versión. 

Indiscutible

Pese a la derrota en Osasuna, Busquets volvió a ser ese jugador determinante para el Barça. Veloz y eficaz en defensa y sobre todo siempre preparado para anticiparse a lo qué va a suceder. Recordó al mejor Busquets de temporadas pasadas y a este nivel Valverde lo tendrá difícil. 

La única posibilidad viable es que De Jong asuma y asimile su rol como interior y que consiga compenetrarse con el segundo capitán en una posición en la que no se siente tan cómodo. Dos mediocentros de mucha talento, para dar tranquilidad a Valverde. Son la segunda mejor noticia, porque la primera, de momento, está en ataque. 

Sergio Busquets en un entrenamiento con el FC Barcelona / EFE

Sergio Busquets en un entrenamiento con el FC Barcelona / EFE

Pese a las bajas de los intocables, Messi y Suárez, y la de un Dembelé en el ojo del huracán, el Txingurri tiene banquillo y cantera para solventar las bajas. Carles Pérez y Ansu Fati son los nombres del momento. Sin complejos y con mucho fútbol se han metido en apenas dos partidos al barcelonismo y al staff técnico en el bolsillo. Tienen cualidades de sobras para triunfar de azulgranas. La cantera vuelve a funcionar.