La operación retorno de Neymar Jr. llegó a su fin este domingo después de que las negociaciones entre el PSG y el Barça se dieran por finalizadas sin haber llegado a un acuerdo. Una ruptura total que se constató este lunes a media noche con el cierre de mercado de todas las grandes ligas europeas.
Las diferencias económicas por el precio del jugador entre ambas entidades y la imposibilidad de incluir a todos los jugadores ofrecidos por parte de la entidad catalana --Rakitic, Todibo y Dembelé-- frustraron una operación que se realizó casi a contrarreloj.
Neymar se queda en París un año más en la que será su tercera temporada en el Parque de los Príncipes, pero con ello no acaba su culebrón. Su salida de la capital francesa se dará, pero por ahora se mantendrá en stand by hasta el próximo mercado de verano. Será en 2020 cuando el carioca pueda regresar al Barça, si es que sigue siendo su prioridad y la del club catalán, para cumplir su deseo de abandonar el PSG. Pero no por ello el futbolista será menos costoso.
En Francia no existen las cláusulas de rescisión, pero su precio seguirá siendo elevadísimo. Una operación que, en caso de acabar en el Barça, no bajará de los 170 millones de euros. El PSG exigía un pago de 150 'kilos' por el futbolista, y la temporada que viene, con 28 años y a la espera de ver qué rendimiento ofrece este curso, el futbolista mantendrá el cartel de gran estrella, al menos a nivel económico.
Las reglas del otro juego
Fuera del terreno de juego también existe un reglamento que ampara a los clubs y a los jugadores y en este caso la FIFA sonríe a los intereses del club francés. Se trata del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA que señala que el club que tenga en propiedad a un jugador podrá fijar un precio para facilitar su libertad. Eso sí, solo se puede ejecutar en aquellos casos en que el jugador lleve al menos tres años en un club y no haya renovado su primer contrato, como es el caso del carioca hasta la fecha.
Una foto de Neymar Jr. durante un partido con el PSG / EFE
De seguir sin renovar, Neymar cumplirá el próximo verano lo que la FIFA define como ‘el periodo protegido’ de tres temporadas completas y podrá abandonar la entidad sin haber renovado a cambio de abonar una indemnización. El importe de dicha indemnización se calcula por la inversión que realizó el club en su día y la amortización del fichaje, ente otras variables. Un cálculo que ya saben que rondará los 170 millones de euros el próximo verano.
Si el PSG no cede el próximo verano a negociar con el Barça u otros clubs interesados y se excede en el precio para imposibilitar su salida, Neymar podría solicitar a la FIFA que se calcule la cifra de indemnización para poner precio a su libertad. Un precio que conocerán todos los interesados, pero que continúa beneficiando al PSG. La única ventaja que pueda encontrar el Barça por aquel entonces será que la inversión computará en el siguiente ejercicio.